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Al igual que con el nuevo nacimiento, Jesús ya ha hecho la parte difícil. Él pagó el precio completo de tu sanación y es muy fácil recibir de Él. El Sanador ha venido.
¡La sanación está aquí!
Durante 13 años, Bonnie O’Neill había creído que Dios sanaría su cuerpo. Un día mientras oraba, se sorprendió por la respuesta que recibió cuando le preguntó al Señor: “¿Qué estoy haciendo que esté causando que la sanación no se manifieste en mi vida?” Él le respondió: Me atas las manos.
Hollie y Brent Nordan vivieron en carne propia la presión de pastorear una iglesia, cuidar de sus hijos y dirigir una guardería. Esperanzados de que las cosas mejoraran, solo empeoraron. Entonces, Brent tropezó con una reunión de KCM que transformó sus vidas para bien y ¡para siempre!
Abrumado por la vida y las responsabilidades de ser papá, Kent Pate tuvo un encuentro con el Espíritu Santo que transformó su vida para siempre. Hoy en día, él y su esposa Priscilla, siguen el llamado de ministrarles a los veteranos encarcelados.
Millicent Macauley les explicó a sus estudiantes de secundaria la próxima asignación en Freetown, Sierra Leona. Observó sus rostros mientras le hacían preguntas. En un país donde el colegio no era gratuito, este grupo de muchachos se consideraba afortunado; sus padres habían hecho sacrificio para educarlos.
Metidos de cabeza en contenedores de basura a la caza de latas de aluminio. Endeudados hasta la coronilla. Acosados por los acreedores. ¿Habría esperanza alguna para Larry y Pam Winters?
Existe un error bastante común que cometen los creyentes cuando están aprendiendo a vivir por fe: en el instante que se enfrentan a alguna situación negativa, o a alguna montaña de problemas que necesita ser removida, inmediatamente comienzan a orar, a citar escrituras y hacer declaraciones de fe.
Hay dos enfoques para la vida cristiana. Uno es seguir un conjunto de reglas: centrarse en lo que se debe y no se debe hacer en la religión y esforzarse por vivir de acuerdo con ellas. Eso se llama legalismo y es difícil. Es una receta para la frustración y el fracaso.
El Señor le había ordenado a Clyde Oliver mudarse a Texas y trabajar para KCM. Con un corazón de siervo, Clyde estaba viviendo su sueño. Luego, una decisión inesperada de su esposa lo cambió todo.
Gabriel Caudillo había soñado con pasar su octavo cumpleaños en un parque acuático local. Ese sueño se hizo añicos cuando su brazo sufrió una fractura triple tres semanas antes de su cumpleaños. ¿O no?
Se nos acaba el tiempo. Para descubrirlo, todo lo que tienes que hacer es leer la Biblia. Vivimos en los últimos días de esta era, días tan difíciles y peligrosos que Jesús habló acerca de ellos durante Su ministerio terrenal y nos indicó qué hacer.
El amor incondicional de Dios le enseñó a Christy Ennis a perdonar después de que su hijo de 2 años perdiera la vida en un accidente automovilístico conducido por su exmarido.
“No sabía todos esos años atrás cuando conocí a esa colaboradora de KCM, lo que estaría sembrando en mi vida.”
Daniel se acercó a predicar y miró un mar de rostros. La multitud masiva se extendía en todas direcciones.
Joy Williams fue hospitalizada, medicada con morfina y su pronóstico era que no sobreviviera. Su esposo Del estaba manteniéndose firme en fe a su lado para que ella fuera totalmente sanada; entonces, Jesús la visitó.
Ted Winsley era el rey del campo de juego. Soñaba con algún día jugar en la liga NFL y alcanzar un anillo del Super Bowl. Luego, se quebró la espalda. Ni siquiera Dios podría resucitar sus sueños… ¿o sí podría?
A los 14 años, Bob Nichols sabía que estaba llamado a predicar el evangelio. Al recordar los desafíos y las oportunidades que los años subsiguientes trajeron, reconoce que la fe y la colaboración lo ayudaron a superarlos, formando raíces profundas y de abundante fruto.
Todd White había estado atrapado en una espiral descendente desde que tenía 11 años. A punto de suicidarse, su vida cambió para siempre cuando un pastor lo desafió: “Ya que no quieres tu vida, ¿por qué no se la das a alguien que sí la quiera?”
Cuando Tom Westberry lo perdió todo, incluyendo su negocio, se negó a rendirse y renunciar. Tom se mantuvo fi rme en la fe, creyó en las promesas de Dios y luchó por la restauración que le pertenecía.
Mientras su esposo yacía sin vida después de colapsar en el suelo, Christa Tomlin se negó a abrir la boca hasta que Dios le dijo qué palabras hablar. De repente, Christa declaró: “¡En el Nombre de Jesús, sé hecho pleno!” —¡dos veces! Y Jim comenzó a respirar.