Última edición en español

El verdadero yo no murió
Richard Jordan estaba podando un árbol cuyas ramas estaban enredadas con una línea eléctrica. En un momento dado, 7.200 voltios de electricidad lo impactaron en la cabeza. Después de desmayarse y caer al suelo desde 8 metros de altura, se quedó mirando cómo resucitaban su cuerpo mientras hablaba con Jesús y sus abuelos, quiénes habían muerto años antes.