El proceso electoral y los resultados de este año han provocado un centenar de emociones en casi todos los Colombianos. Algunos están aliviados, otros están preocupados. Muchos están enojados y echan leña al fuego de la división que ya necesita apagarse.
Como cristianos, tenemos un conjunto diferente de estándares en la forma en la que respondemos a los eventos y desafíos de la vida. Estamos llamados a elevarnos por encima del resto y destacarnos como una ciudad resplandeciente en una colina. Aunque puede ser tentador dar nuestra opinión, nuestro mayor objetivo siempre debe ser agradar al Señor en todas las cosas.
Frente a la crítica y a la retórica, aquí hay 5 maneras en las que los cristianos deben responder después de las elecciones.
1. No Aceptes el Miedo en tu Vida
“Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas”. –Josué 1:9 (RVC)
Mucho se ha hablado de la respuesta a estas elecciones. Las amenazas de reacción violenta, sin importar el resultado, llegaron desde los medios de comunicación, buscando infundir miedo en los ciudadanos.
Mientras que otros pueden tener miedo y responder en consecuencia, a los cristianos se les ordena que “no teman”, ¡y por una buena razón! El miedo siempre conduce a malas decisiones, y sabemos que “el miedo envuelve tormento” (1 Juan 4:18).
No importa lo que digan los medios de comunicación, lo que digan tus vecinos o cualquier otra persona, tienes una opción y debes elegir la fe sobre el miedo. Recuerda, tienes la protección del Salmo 91 a tu alrededor. Eso significa que, sin importar lo que suceda a tu alrededor, “no te sobrevendrá ningún mal” cuando hagas “al Altísimo por tu morada”.
Mantén tus ojos en el Señor, no en el caos que te rodea. Declara que tienes la mente de Cristo y la sabiduría de Dios. Confiesa que estás cubierto por la sangre de Jesús. Estad quietos y sabed que Él es Dios. Y cree que estarás bien a pesar de los resultados de las elecciones y todo lo demás que impacta a nuestra nación hoy.
2. Manténte Involucrado
“Ahora bien, de los administradores se espera que demuestren ser dignos de confianza”. – (RVC)
Las elecciones terminaron, pero tu influencia no. Eres mayordomo de esta gran nación que Dios te ha dado. ¡Ahora no es el momento de sentarte y mirar, es hora de mantenerte involucrado y marcar la diferencia en los días venideros!
Aquí hay algunas maneras en que puede seguir involucrado en la configuración del futuro de tu país:
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Mantente informado. Tenga cuidado de no exagerar con las noticias, pero manténgase al tanto de las políticas locales y las decisiones de la junta escolar.
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Votar en las futuras elecciones.
Deja que se escuche tu voz. Suceden muchas cosas en un día cuando se trata de política. Puedes dejar que tu voz se escuche en las reuniones de la junta escolar, las reuniones del consejo de la ciudad y otras audiencias sobre temas de interés. ¡Y anima a otros a hacer lo mismo!
3. Cambia el Enfoque de tus Oraciones
“Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad”. –Jeremías 29:7 (NVI)
El final de un ciclo electoral puede parecer solo eso: el final. ¡Pero es solo el comienzo! A medida que avanzamos como nación, Es hora de cambiar tus oraciones. Enfócate y conviértete en un orador ferviente y efectivo por nuestra nación.
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Ora por la paz y la unidad entre los ciudadanos.
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Ora por la justicia para gobernar las políticas que se promueven.
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Ora para que los medios de comunicación cambien y sean justos y equilibrados en sus informes.
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Ora por el próximo Gran Despertar.
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Ora por cualquier otra cosa que el Espíritu Santo te lleve a orar.
La oración cambia las cosas. Más que cualquier otra fuerza, tus oraciones sinceras y llenas de fe pueden cambiar el curso de esta nación. Y estás llamado a ello. ¡Así que ponte a orar!
4. Desarma el Espíritu de Conflicto
“Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito”. –Proverbios 20:3 (NVI)
No importa cómo te sientas acerca del proceso o el resultado de las elecciones, el espíritu de conflicto no debe estar en tu corazón ni salir de tu boca. Cuando las personas a tu alrededor o en las redes sociales hagan comentarios que te molesten (¿qué tal un ayuno en las redes sociales?), piénsalo dos veces antes de responder.
En este momento, la gente está buscando esperanza, algo que trascienda la política. Tienes las respuestas que necesitan. No arruines tu testimonio soltando comentarios críticos y enojados. Desarma el espíritu de conflicto en ti y en los demás respondiendo con AMOR. Jesús es el mejor ejemplo de cómo responder a tus críticos. Y Él nunca permitió que la ira se apoderara de Él.
Los procesos y resultados electorales no son nuestra única esperanza. Recordemos que nuestra esperanza se encuentra en un solo lugar: solo en Cristo.
5. Sé una Luz
“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”. –Mateo 5:16 (NVI)
¡Este no es el momento de retroceder! No te permitas caer en el telón de fondo de la retórica de la sociedad. Tienes un mensaje y una voz. Los funcionarios electos no son nuestra respuesta: ¡el evangelio es lo que cambiará a América Latina para siempre!
Sé una luz en un mundo oscuro. No te censures cuando las conversaciones se vuelvan controvertidas: ¡Habla la verdad! Háblala con amor, pero habla. Defiende la justicia, incluso frente a la persecución. Si suficientes de nosotros defendemos audazmente la verdad, comenzaremos a ver un cambio en la marea.
En tiempos como estos, es esencial mantener los ojos en nuestra patria eterna y recordar que, aunque las cosas a menudo son inciertas aquí, tu verdadera ciudadanía está en el cielo.
Se una luz, una que señale a las personas dónde se encuentra su verdadera ciudadanía, y dónde también puede estar la de ellos.
Estas cinco formas en que los cristianos deben responder después de las elecciones te darán poder a medida que avanzamos en un momento que nos tienta a sentirnos impotentes. Dios nos ha dado toda la autoridad aquí en la tierra: amar a los demás, vivir sin miedo, orar con denuedo, hablar la verdad y ser luz en la oscuridad.