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Pregunta del día

julio 24

¿Cómo se debería tomar la Santa Cena?

Como cristianos es importante entender que Jesús le ha dado a la Iglesia dos ordenanzas a seguir: la Santa Cena (también conocida como la Cena del Señor) y el bautismo en agua (Mateo 26:26-30; Marcos 14:22-26; Lucas 22:19-20; 1 Corintios 11:23-34; Mateo 28:18-20; Hechos 2:36-41; Romanos 6:4; Colosenses 2:12).

La Santa Cena forma parte esencial dentro de la vida cristiana. Como creyente, posees el mismo derecho de bendecir y servir la Santa Cena como cualquier otro ministro ordenado. En Apocalipsis 1:6, dice que como creyentes hemos sido investidos como sacerdotes de Dios. Eso te otorga el derecho de servir la Santa Cena, y 1 Corintios 11:23-34, te da un ejemplo a seguir.

La Santa Cena o Cena del Señor, es una representación de la sangre y el Cuerpo de Jesucristo. Jesús les dijo a Sus seguidores que recibieran la Santa Cena como una conmemoración de Él (1 Corintios 11:24). Cuando recibimos la Santa Cena, nos estamos recordando de la obra salvadora que Jesús realizó por nosotros en la Cruz. Su cuerpo fue molido, herido y afligido para nuestra completa sanidad. Su sangre fue derramada por nuestros pecados. La Santa Cena es el recordatorio tangible de la obra que Cristo completó en la Cruz. Cada vez que recibimos la Santa Cena podemos regocijarnos, sabiendo que somos libres de la maldición de la ley y que ya no somos esclavos de la pobreza, la enfermedad ni la muerte (espiritual).

Es muy importante que cuando celebramos la Santa Cena, lo hagamos con seriedad, siendo consientes de toda la obra redentora que Cristo hizo por nosotros. Antes de recibir la Santa Cena, debemos auto examinarnos, a fin de tomar la Cena del Señor con dignidad. Tenemos que escudriñar nuestro corazón para verificar si es necesario arrepentirnos de algo, o perdonar a alguien, confesar nuestros pecados ante un Dios amoroso y perdonador, y echar fuera el odio y la falta de perdón de nuestro corazón en contra de nuestros hermanos. Cuando recibimos la Santa Cena de esa manera, estamos juzgando y examinando nuestro corazón (versículo 27-31).

Los elementos de la Santa Cena en sí, no son lo que hacen de ese acto algo santo; sino la manera en la que son tomados. Si sabes que Dios anhela que tomes la Santa Cena, no te pierdas esa maravillosa oportunidad, sólo porque no tienes los elementos a la mano. Ya sea que uses pan y jugo de uvas o una galleta con agua, eso no es tan importante como que recibas la Santa Cena con un corazón puro ante el Señor.

Por último, no existe una regla de cuántas veces o cuán a menudo podemos recibir la Santa Cena (versículo 26). Tomar la Santa Cena a menudo es una disciplina dinámica que debemos implementar en nuestra vida. Ésta nos recuerda el pacto eterno que Jesús compró para nosotros, con Su sangre y con Su cuerpo molido. Cuando decidimos sacarle provecho a este precioso regalo, empezamos a disfrutar de la plenitud que Dios desea que tengamos como coherederos con Jesús.