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Pregunta del día

diciembre 15

¿A qué se refiere el hermano Copeland cuando habla acerca de “La Bendición”?

Para comprender plenamente el objetivo y el alcance de la Bendición, debes regresar a donde fue mencionada por primera vez —en la Creación del ser humano—. En el huerto de Edén, la intención de Dios era que el hombre tuviera dominio sobre toda la Tierra.

Esto lo podemos leer en Génesis 1:26-28: «Entonces dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!» Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios con estas palabras: «¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!».

«… Y los bendijo Dios con estas palabras…», la Bendición del huerto de Edén consistía en que el hombre fuera fructífero y viviera en dominio; por medio de alinear sus pensamientos con los pensamientos de Dios, y su comportamiento con la forma de obrar de Dios. La misma Bendición declarada sobre la vida de Adán (Génesis 1:28), fue declarada sobre la vida de Noé y de sus hijos después del diluvio (Génesis 9:1); también sobre Abraham y sus descendientes por medio del sumo sacerdote Melquisedec (Génesis 14:18-20, 18:19, 35:2; Deuteronomio 4:9). Sólo debían tomar el huerto de Edén —toda la provisión del cielo— y establecerlo sobre toda la Tierra (Isaías 51:2-3, 64:4). Y esa misma promesa, aun continúa disponible para todo aquel que crea y reciba la victoria de Jesús sobre la maldición del pecado y de la muerte (Gálatas 3:7-9; 13-14, 29).

Así como la Bendición del huerto de Edén es la promesa que Dios le dio al ser humano, el sistema del Edén es la forma que Dios utiliza hacer las cosas. La forma que Dios usó para traer Su Bendición a la Tierra, fue hablando. Tomó una semilla del cielo, la cual es Su Palabra, y la sembró en la Tierra («Y dijo Dios…»). Al utilizar el mismo sistema, una persona redimida está haciendo la voluntad de Dios, y trayendo la provisión de Dios en lo que respecta a salud, relaciones restauradas, y prosperidad en todas las áreas de la vida. Y cumplimos con ese sistema, sembrando con nuestra boca; la Palabra de Dios en nuestro corazón y cuidándola hasta que produzca su cosecha (Marcos 11:22-24).

El sistema que Dios usa para bendecir, está claramente ilustrado en Proverbios 10:22: «La bendición del Señor es un tesoro; nunca viene acompañada de tristeza». La Bendición original del huerto de Edén, la cual consistía en ser fructíferos y ejercer dominio, fue lo último que Jesús les enseñó a Sus discípulos (Lucas 24:49-50; Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-18), ¡y esa bendición continúa a nuestra disposición! Dios desea bendecir a Su pueblo, siempre y cuando le obedezcan.