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Pregunta del día

diciembre 14

¿Cómo disciplina Dios a Sus hijos?

Muy a menudo las personas se preguntan si Dios permite el dolor, o los eventos destructivos para corregirnos o disciplinarnos.

Pero, ¿cómo disciplina en realidad Dios a Sus hijos?

Sabemos que Dios corrige a Sus hijos. Y ésa es sólo una parte de amor que tiene hacia nosotros. Hebreos 12:7-11 dice que nuestros padres terrenales nos corrigen de acuerdo con la carne. Sin embargo, nuestro Padre celestial corrige nuestro ser espiritual con Su Palabra, pues Él es el Padre de nuestro espíritu. Jesús declaró que lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del espíritu, espíritu es (Juan 3:6).

Para saber cómo nos corrige Dios, veamos 2 Timoteo 3:16-17: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra» (NTV).

En ese versículo, vemos de forma clara que Dios usa Su Palabra para corregirnos. Parte de nuestra confusión ha sido causada por no saber distinguir las diferencias que existen en la corrección de Dios estipulada bajo el Antiguo y el Nuevo Pacto. Pues no existe ninguna comparación entre las dos.

En los tiempos del Antiguo Testamento, Dios tenía que comunicarse con las personas a un nivel físico, en el mundo natural. La comunicación a nivel espiritual no pudo alcanzarse, hasta que Jesús terminó la obra redentora, y el Espíritu Santo vino a morar en el ser humano.

Pero incluso en el Antiguo Testamento, Dios nunca afligió al ser humano con enfermedades o cualquier otra maldición. Satanás es el único ladrón que roba, mata, y destruye. En cambio, Dios concede vida y bendición.

Bajo el Antiguo Pacto, cuando una persona se salía de la protección de Dios, Satanás la atacaba. Utilizaba el tormento físico para engañar y destruir a la raza humana. También bajo el Antiguo Pacto, los hijos de Dios no tenían una revelación clara de quien es Satanás; por tanto, a ellos les parecía que Dios los estaba castigando por quebrantar Sus leyes. Y por error, las personas le acreditaban a Dios el tormento.

Ahora bien, bajo el Nuevo Pacto, el Nuevo Testamento; todo es diferente. Pues ahora tenemos al Espíritu Santo quien nos ayuda a escuchar a Dios y a entender Su Palabra. No obstante, Satanás aún continúa con sus viejos trucos, usando las cinco cosas que encontramos en Marcos 4 —aflicciones, persecuciones, preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas, y la codicia por otras cosas—, con el fin de alejar a las personas de la Palabra. Sin embargo, Dios lo contraataca usando Su Palabra, la cual nos da la victoria sobre las pruebas de este mundo. Él nos dio al Espíritu Santo para enseñarnos todas las cosas, para guiarnos hacia toda verdad, y para mostrarnos las cosas que han de venir.