fbpx

Pregunta del día

julio 09

¿Qué debo hacer para ser salvo?

Si te has hecho esa pregunta, no estás lejos de obtener la salvación. Ser salvo no es tan difícil como parece.
Antes que nada, es importante saber que sólo hay un camino para acercarse a Dios, y ese camino es a través de Jesucristo; el Señor y Salvador del mundo (Juan 14:6). La Palabra de Dios dice que si crees con tu corazón que Dios levantó de entre los muertos a Jesús, y lo confiesas como tu Señor serás salvo (Romanos 10:9-10).

La salvación es un regalo, que Dios nos ofreció a causa de Su amor incondicional, el cual demostró por medio del sacrificio que Jesús hizo por nosotros: «pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores» (Romanos 5:8, Nueva Traducción Viviente).
Ese versículo debería quitar cualquier duda, acerca de que si es necesario ser digno para ser salvo. La salvación no es algo que se merezca, ni algo que se pueda ganar. Es un regalo que fue comprado y pagado por la sangre de Jesús. Por medio de la Cruz, Dios puso el castigo de nuestro pecado en Jesús, a fin de que tengamos una posición de justicia ante Dios por medio de la fe en Él (2 Corintios 5:21).
Jesús fue nuestro sustituto. Él llevó el dolor, la penalidad y el castigo de nuestro pecado para que el Padre pudiera ofrecernos libremente la salvación de nuestro pecado (Isaías 53:3-5). «De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16, Reina Valera 1995).

Dios no guarda represalias contra ti por las cosas malas que has hecho. En este momento, puedes tomar la decisión de recibir a Jesús en tu vida al seguir los pasos a continuación:
1. Cree que Jesús es el Hijo de Dios y que Él lo levantó de entre los muertos.
2. Acepta a Jesús como tu Salvador y proclámalo como el Señor de tu vida.
Si deseas hacerlo ahora mismo, has la siguiente oración con todo tu corazón:

Padre celestial, vengo ante Ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra declara: «Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo» (Hechos 2:21). Yo te invoco Señor.
Oro y pido de que Jesús venga a mi corazón y se haga el Señor de mi vida de acuerdo con Romanos 10:9-10: «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por confesarlo con tu boca que eres salvo» (NTV). Y hago eso ahora. Confieso que Jesús es Señor, y creo en mi corazón que Dios lo levantó de entre los muertos.
¡Ahora soy nueva criatura! Soy cristiano. ¡Soy hijo del Dios todopoderoso! ¡Soy salvo!
Si realizaste esta oración hoy, por favor da clic aquí. Nos gustaría enviarte algunos regalos, ¡mientras celebramos contigo tu decisión!