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Pregunta del día

octubre 07

¿Qué puedo hacer si mi cónyuge no comparte mí mismo llamado al ministerio?

Dios tiene un trabajo que debe hacer cada miembro del cuerpo de Cristo. Mientras cada uno haga su parte, el trabajo de ganar al perdido para el Señor se hará; y luego Jesús regresará a tomarnos para estar con Él por la eternidad.

Tu cónyuge juega un papel importante en esto. Hemos observado que muchas veces los problemas en un hogar surgen cuando uno de los cónyuges quiere servirle a Dios de manera activa, y el otro no. Y cuando no hay acuerdo mutuo, es muy difícil. Puedes sentirte tentado a rendirte y darte por vencido.

Pero recuerda: El ataque, la división, y el desánimo provienen de Satanás. Él sabe que tu familia podría convertirse en uno de sus peores enemigos, y él preferiría destruirla en este momento, y no permitir que eso suceda. Pensar en la separación, o en abandonar a tu familia de cualquier forma no es una opción para el creyente que en realidad desea cumplir la voluntad de Dios. Comienza visualizando a tu familia sirviéndole al Señor juntos de una manera poderosa, y cree lo que nos enseña Josué: 24:15: «…Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor».

El llamado que Dios tiene para tu vida, y el trabajo que crees que Él tiene para ti debe incluir a tu familiar. Dios no separa familias a causa de la obra del ministerio. La vida matrimonial y la vida familia fueron ideadas por Dios, y Su deseo es que honremos nuestros votos de matrimonio y que cuidemos nuestras familias (Malaquías 2:16 y 1 Timoteo 5:8).

Mientras tu cónyuge esté dispuesto a estar contigo, tu privilegio es el de simplemente vivir en el amor de Dios, y mostrarle con tu testimonio lo maravilloso que es ser cristiano (1 Corintios 7:12-14). Busca todas las escrituras que hablen acerca del amor y medita en ellas. Recuerda, el amor nunca falla (1 Corintios 13:8). Así que toma la decisión de calidad de vivir en amor. Es un gran desafío, ¡pero en el nombre de Jesús puedes hacerlo! Estamos creyendo y regocijándonos contigo.