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Pregunta del día

julio 11

¿Por qué algunas personas mueren jóvenes?

La voluntad de Dios jamás será que una persona muera joven. En repetidas ocasiones, la Biblia nos dice cuál es el plan de Dios, cuál es Su voluntad, y cuál es Su deseo para Sus hijos. Y éste consiste en que vivan una larga, próspera, saludable, y bendecida vida.
Si conoces a alguien que hayan muerto joven, comienza la búsqueda de una respuesta al “¿por qué?”, con tu confianza en Su absoluto amor, y en la verdad de la Palabra de Dios.
Confía en Dios que recibirás la respuesta a esta situación, y que las tácticas y estrategias de Satanás serán expuestas según lo que dice en Marcos 4:22: «Pues todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a la luz» (NTV). Y en Salmos 119:130, también dice: «La enseñanza de tu palabra da luz, de modo que hasta los simples pueden entender» (NTV). Esto quiere decir que a medida que meditemos en la Palabra y declaremos en voz alta las promesas de Dios, Su Palabra nos iluminará (Proverbios 20:27) en lo que respecta a los problemas de la vida, y revelará aquellas cosas que están escondidas.
Tragedias como éstas, son ataques directos de Satanás, quien está enfocado totalmente en: robar, matar, y destruir de cualquier forma que pueda hacerlo (Juan 10:10). Si el enemigo logra su objetivo, haciendo que cuestionemos el amor de Dios, entonces caeremos en su trampa; la cual consiste en desanimarnos, hacernos, sentirnos derrotados y atormentarnos. No permitas que esta situación robe lo que sabes acerca del amor de Dios y Su fidelidad a Su Palabra. No le des ninguna oportunidad a Satanás de aprovechar cualquier situación, para ahogar la Palabra de Dios, que ha sido sembrada en tu corazón (Marcos 4:19).
Al diablo le gustaría que dudaras, vivieras desanimado o derrotado por la atadura de la culpabilidad y el dolor, y en lugar de eso; deja que Dios te mantenga en perfecta paz; mientras te enfocas en Él (Isaías 26:3). Si esperas en el Señor leyendo Su Palabra y en oración, Él renovará tus fuerzas —espíritu, alma, y cuerpo (Isaías 40:31)—. Y del gran tesoro de Su gloria, te fortalecerá y te reforzará con un gran poder por medio del Espíritu Santo (Efesios 3:16, AMP).
Aquí hay algunas escrituras que te ayudarán a ministrar las promesas de Dios para consolarte a ti, a tus familiares y a tus amigos: Isaías 61:1-3; Salmos 23:4; Salmos 71:21, 24 y 2 Corintios 1:3-4.