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Pregunta del día

abril 21

¿Por qué sólo algunas personas obtienen el resultado de las confesiones positivas?

Las palabras son cosas poderosas. Y la Palabra de Dios no le deja ningún espacio a la duda acerca de ese tema. Sin embargo, en medio de los creyentes ha existido un mal entendido acerca de cómo podemos poner a trabajar ese poder a nuestro favor.

Algunas personas tienen la idea de que pueden levantarse un día, y decir: “Recibiré un millón de dólares hoy” –y así podrán convertirse en millonarios de la noche a la mañana−. Y eso, por supuesto, es algo insensato.

Para determinar la diferencia entre fe e insensatez en lo que concierne a las confesiones, debemos acudir de manera directa a la Palabra de Dios. Leamos Marcos 11:22-26:

«Jesús les dijo: «Tengan fe en Dios. Porque de cierto les digo que cualquiera que diga a este monte: “¡Quítate de ahí y échate en el mar!”, su orden se cumplirá, siempre y cuando no dude en su corazón, sino que crea que se cumplirá. Por tanto, les digo: Todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y se les concederá. Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas. Porque si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en los cielos les perdonará a ustedes sus ofensas».

Quiero que le prestes atención a muchas cosas en este pasaje, el cual manifiesta que puedes tener todo lo que confiesas. Pero también nos da algunas condiciones que debemos cumplir:

  1. Debes tener fe en Dios.
  2. Debes estar dispuesto a “decirle” algo a tus montañas (problemas, necesidades, etc.).
  3. No debes dudar.
  4. Debes tenerle confianza a tus propias palabras. Debes creer en tu corazón que lo que confiesas, sucederá.
  5. Debes creer que recibes lo que deseas cuando oras no hasta que veas suceder las cosas−.
  6. Debes “confesar” lo que crees. 
  7. Debes perdonar a todos.

Es obvio que existen muchas más verdades basadas en la Biblia, que simplemente “ponerle nombre y pedir” lo que deseamos. Para desatar el verdadero poder, tus palabras deben ser respaldadas por fe. Y  ese principio lo vemos obrar también en lo negativo todo el tiempo.

Por ejemplo, quizá alguien diga: “Bueno, estamos planeando tomar nuestras vacaciones la próxima semana. Pero puedo decirte que nuestros hijos se enfermarán antes de que salgamos de la ciudad. Pues siempre sucede todos los años”.

Entonces es muy seguro que será como lo ha confesado. Ahora bien, esa persona no quiso usar el poder de la confesión, pero lo hizo de todas formas. Desató fe con esas palabras —no fe en Dios, sino fe en que sus hijos se enfermarían—.Estaba confesando lo que en realidad creía, y recibió justo lo que declaró.

Esto no puedes cambiarlo. Pues es una ley espiritual. Y para hacer que esa ley obre a tu favor, y no en tu contra; tienes que desarrollar un tipo de fe diferente. Debes desarrollar fe en la Palabra de Dios. Tienes que edificar esa Palabra en tu interior escuchándola y escuchándola (Romanos 10:17).

Y cuando la Palabra se convierta en parte de ti, comenzará a salir de tu boca. La confesarás sin tan siquiera pensar en eso, pues «…de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34).

El poder de la confesión positiva no puede obrar como un truco de magia. Pues debes vivirla como un estilo de vida hoy. Busca a Dios con diligencia (Hebreos 11:6), y medita en Su Palabra de día y de noche (Josué 1:8). Y luego, lo que Él expresa –y lo que tú manifiestas− convertirá Sus Palabras en tus palabras; palabras tan llenas de fe y poder, que obtendrás lo que has confesado.