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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Reciba su recompensa

Gloria Copeland
«No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os
es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa»
(Hebreos 10:35-36).

¿Sabía usted que Dios prometió recompensar a aquellos que viven en amor? No sólo en esta vida (aunque existen suficientes personas que hacen que vivir en amor valga la pena), sino también en la eternidad. No sé con exactitud cuáles sean esas recompensas, pero debido a que conozco al Señor, ¡sé que serán buenas!

Jesús afirmó que cualquiera que dé un vaso de agua en Su nombre, no se quedará sin recompensa. Entonces, ¿puede imaginarse el tipo de recompensas que Dios tiene en mente para nosotros si, por Su causa, nos comprometemos a amar a las personas a diario? Ni usted ni yo podemos imaginarnos esas recompensas. Sin embargo, es seguro que no debemos perdérnoslas.

Aunque las perderemos si no ejercitamos la paciencia y la tolerancia mientras vivimos en amor. Y el diablo velará porque así sea. Habrá ocasiones en que él hará que las personas que nos rodean se vuelvan tan difíciles de amar que sintamos que estamos a punto de enfurecer y desistir. Y nos veremos tentados a decir: “El amor no está obrando en esta situación. Entre más amo a esa persona, más difícil se vuelve de amar. Ya no puedo más”.

¿Qué debería hacer en situaciones como esa? Siga obedeciendo al Señor. Lleve a cabo lo que sabe que debe hacer. Permita que la fuerza de la paciencia, la cual se encuentra en su interior como un fruto del espíritu, obre en el problema y lo haga un vencedor.

De acuerdo con 1 Corintios 13:4, la paciencia es un atributo del amor. La palabra paciencia significa: “De buen temperamento y tolerante”. La paciencia no se rinde ante las circunstancias o sucumbe ante las pruebas. No importa qué tan exasperante o que tan mala actitud tenga una persona, no logrará que usted mueva las manos en señal de rendimiento ni se dé por vencido; pues la paciencia no se lo permitirá. Ésta lo mantendrá viviendo en amor, aún cuando su carne quiera ceder ante la presión del momento y explotar.

Por tanto, permita que la paciencia obre en su vida. No espere hasta quedar vacío en su interior, de modo que se destruya y se desmorone la confianza que tenía en el poder del amor de Dios. Vuelva a estudiar lo que se nos enseña en la PALABRA con relación al amor. Aliméntese y sumérjase en esa Palabra, hasta que obtenga la fuerza espiritual necesaria para llevar a cabo lo que sabe que debe hacer. En el nombre de Jesús, siga amando…y amando… y amando, aún a las personas más desagradables. Y Dios se encargará de que reciba su recompensa.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.