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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Olvide sus pecados

Gloria Copeland
«Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.»
(Hebreos 8:12)

Dios nos ama tanto que cuando nos limpia de nuestros pecados, no sólo nos perdona; sino ¡se olvida por completo de ellos! Y, si Él no los recuerda, tampoco nosotros debemos recordarlos. Jamás permitamos que el diablo nos deprima, al recordarnos los pecados de nuestro pasado.

El enemigo se esforzará por oprimirlo de esa manera. Al instante en que él lo vea prosperar y vivir conforme a la justicia que Dios le ha dado; le recordará su pasado diciéndole: “¿Cómo esperas realizar algo por Dios, después de todas las cosas malas que has hecho?”.

Cuando eso suceda, manténgase firme en la fe. Pues cuando usted, se arrepintió, la sangre de Jesús borró esos pecados. No permita que el diablo llene su cabeza con esos pensamientos. No permita que se los recuerde.

Mejor, realice lo que Jesús declaró en Lucas 17:32. ¡Y recuerde lo que le pasó a la esposa de Lot!

En ese versículo Jesús se refería al momento en que Dios envió a un ángel a sacar a Lot y a su familia de la ciudad de Sodoma, pues era una ciudad pecaminosa e iba a ser destruida. El ángel les dio instrucciones que los llevarían a salvo a su destino. Él les indicó: «no mires hacia atrás…» (Génesis 19:17, NVI).

Sin embargo, su esposa desobedeció. Ella volteó a ver ese lugar pecaminoso, y quedo atrapada ahí. De acuerdo con la Biblia, en ese lugar se convirtió en una estatua de sal. La esposa de Lot nunca llegó al lugar que Dios la llevaba, pues se negó a dejar su pasado atrás.

Hace algunos años, Kenneth y yo escuchamos una historia acerca de un niño en la escuela dominical que reaccionó a ese relato con gran emoción. Después de que su maestro enseñó de que forma la esposa de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal, él levantó su mano con entusiasmo y exclamó: «¡Eso no es nada! Cuando mi mamá conducía el otro día, miro hacia atrás, ¡y se convirtió en un poste telefónico!».

Es claro que el niño malentendió la historia bíblica, pero por extraño que parezca; el mensaje es el mismo. Cuando permitimos que nuestro pasado nos distraiga, y fijamos nuestra mirada en eventos del pasado; nos salimos del camino y nos metemos en problemas. Y terminamos atrapados en el ayer, incapaces de cumplir la voluntad de Dios para nuestra vida.

No permita que eso le suceda. Tome ventaja de que Dios en Su amor, olvida sus pecados. Siga Su ejemplo, y no recuerde más sus pecados. Manténgase alejado de las estatuas de sal y de los postes telefónicos, ponga su mirada en Jesús, ¡y siga avanzando hacia su destino en Él!

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.