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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

No sólo abra la puerta: ¡quítele las bisagras!

Gloria Copeland
«…también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes…»
(Romanos 5:2)

Cuando la gente vino a Jesús, y le preguntó: «…¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado» (Juan 6:28-29). En todo el Antiguo Testamento, en cada hazaña poderosa que se llevaba a cabo, cada vez que la misericordia del Señor se desbordaba ante una situación, y cada vez que ocurría un milagro: alguien tuvo que haber ejercido su fe. Alguien debía creerle a Dios lo suficiente para actuar conforme a Su Palabra y abrir la puerta.

Eso me sucedió el día que nací de nuevo. Leí Mateo 6:26 en donde se menciona que el Señor se preocupa por las aves del cielo, entonces la fe agitó mi corazón. Yo no poseía ningún conocimiento acerca del nuevo nacimiento; sin embargo, al realizar mi confesión de fe, abrí sólo una rendija de la puerta y la misericordia del Señor inundó mi corazón, y éste fue transformado para siempre.

Hoy en día, sucede lo mismo. Dependiendo de cuánto abra la puerta de la fe, así será la misericordia y la bondad de Dios que fluirán en su vida. Él llenará cada pulgada de su ser que usted le entregue.

El Señor sí está dispuesto, Él desea ansiosamente bendecirlo y derramar Su misericordia sobre usted. Él posee infinidad de beneficios que provienen  de la  salvación, y anhela inundarlo con éstos.

Cuando me refiero a la palabra salvación, no sólo estoy hablando de un pasaporte para ir al cielo. La salvación conlleva libertad. Pero ¿de qué? De la opresión, de la pobreza, de la enfermedad, del peligro, del temor, o de cualquier otra cosa de la que necesite ser liberado.

Salvación también significa: “Bienestar, protección, libertad, salud y restauración”. ¡Alabado sea Dios!

En Salmos 68:19, leemos que el Dios de nuestra salvación nos colma a diario de  beneficios. Cada día, cuando se levante por la mañana, debería comenzar agradeciéndole al Señor por la salvación que recibirá. Es necesario que empiece a abrir la puerta de la fe. Y no sólo una pequeña rendija; es más, ¡quite las bisagras!

Declare: Señor, aquí estoy. ¡Derrama Tus bendiciones sobre mí!

Eso hicimos Kenneth y yo. No lo tomamos a la ligera, después de escuchar acerca de esos beneficios, nos sumergimos en ellos ¡Y nunca hemos dejado de tomarlos en serio!

Lectura bíblica: Génesis 25-26; Mateo 14

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.