“Resistan [al diablo]; firmes en la fe [en contra de sus ataques; permaneciendo cimentados, establecidos, fuertes, inamovibles y determinados].”
(1 Pedro 5:9, AMPC)
Vivimos en días malos. De hecho, éstos se han vuelto peores desde que Adán cometió alta traición en el huerto de Edén. Pero en estos tiempos, esa maldad se está intensificando porque el fin de los días se acerca. Jesús viene pronto, y el diablo está realizando todo lo que puede para detenerlo. Está matando, robando y destruyendo con tanta violencia, y tan rápido como le es posible.
El mundo a nuestro alrededor se está tornando más oscuro en estos últimos días. Y triunfar en medio de esas tinieblas no es tan sencillo.
Jamás había presenciado un tiempo en el que fuera absolutamente necesario andar de forma cautelosa ante el Señor. Nunca antes había sido tan importante seguir las instrucciones que el Padre nos dio en 1 Pedro 5:8-9.
Pero si estamos atentos y en alerta, podremos lograrlo. (Estar atento significa: “estar vigilante y alerta a los peligros”. Vigilar es una actitud o un tiempo de permanecer despierto).
Podemos ganar si obedecemos las instrucciones que Dios nos proporcionó en Romanos 12:21: «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal». Después de todo, el Señor nos ha entregado muchas cosas buenas: un poder sobrenatural y una habilidad tan grande que no importa qué suceda en este mundo de tinieblas; podemos sobresalir como vencedores. Él nos proveyó las armas de nuestra milicia, las cuales no son carnales; sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10:4).
De hecho, si sacudimos la pereza de nuestra vida y comenzamos a vivir conforme nuestro espíritu; podríamos abrir un camino más ancho, en el cual no sólo nosotros nos trasladaríamos de las tinieblas a la luz de gloria, sino que también podríamos llevar a millones de personas.
Podemos lograr que el mismo infierno huya si tan sólo ¡nos despertáramos! Despierte a la Palabra, a la oración y a la dirección del Espíritu Santo. Porque en todo ello, Dios nos ha dado el poder, la fuerza y la sabiduría que necesitamos ¡para vencer!