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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

El pecado más costoso

Gloria Copeland
«Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.»
(Marcos 11:24-26)

La falta de perdón no sólo es una transgresión en contra del amor, también es el pecado más grave que podamos cometer. Estoy plenamente convencida que si como creyentes entendiéramos la dimensión de sus mortales consecuencias, nunca titubearíamos en perdonar de manera pronta y con sinceridad.

La falta de perdón obstaculiza nuestra fe, y evita que nuestras oraciones reciban respuesta. Ésta le abre la puerta a las enfermedades y dolencias mientras se la cierra a la sanidad. Aunque le hayan pedido ayuda al Señor al momento de morir, algunas personas han muerto de maneras terribles. Pues siguen aferrados a la amargura y el resentimiento; es decir, se rehúsan a perdonar a alguien que las lastimó, entonces son incapaces de recibir la sanidad que tanto necesitan.

La falta de perdón nos destina a una vida de culpa y condenación, pues nos impide recibir lo que realmente significa el perdón de Dios, el cual necesitamos para ser limpios y restaurados. Cuando pequemos y necesitemos ser perdonados por el Señor, esa falta de perdón hacia otros hará que los cielos se conviertan en bronce, y nos cerrará la puerta de acceso al trono de Dios.

Es asombroso saber que ante los ojos del Señor, el perdón es un asunto muy serio. Él conoce todo nuestro futuro, y sabe que nuestra calidad de vida depende de perdonar. El Señor sabe que si nos rehusamos a perdonar, seremos esclavos del fracaso y de la derrota.

Por supuesto, el enemigo sabe eso también. Por tanto, puede estar seguro que tratará de engañarlo. Por un lado, le dirá que algunas ofensas son muy pequeñas para causarle daño. Después de todo, sólo es un poco de falta de perdón o un rencor insignificante. Y que la falta de perdón comparada con cosas más graves no es nada.

Por otro lado, lo convencerá de tal forma que piense que el dolor que sintió fue muy fuerte como para dejarlo pasar por alto. Y que fue tan doloroso, y tan grave que Dios mismo debería entender, que hasta que usted no vea que le hagan justicia, no perdonará a esa persona.

Sin embargo, a pesar de los argumentos del diablo, las palabras de Jesús siguen siendo claras: Si tienen algo contra alguien, perdonen. Lo que sea y a quien sea. Dios cuenta con un régimen extenso de perdón. Viva en perdón, y esto lo protegerá del dolor innecesario,  y lo pondrá en la posición correcta, a fin de que sus oraciones reciban respuestas.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.