fbpx

Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Diseñado por el amor

Kenneth Copeland
«Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.»
(Hebreos 9:19-20)

En ocasiones, las personas leen el Antiguo Testamento y se pierden de la maravillosa demostración de amor de Dios que allí se revela. Al leer acerca de La ley Mosaica y del sacrificio de animales que dicha ley requería, por su falta de conocimiento, expresan: “¿Qué clase de Dios impone un sistema como éste?”.

¡Un Dios que ama a la gente! Aunque la humanidad se encontraba bajo el dominio del diablo y debido a eso, se convirtieron en un una raza fracasada, Dios amaba a la gente de esa época. A pesar de que se encontraban muertos en el espíritu y no había forma de que fueran regenerados, Dios aún anhelaba suplir sus necesidades. El amor que Él sentía por ellos era tan grande, que aún sabiendo que en realidad no podían corresponderle en amor, Él deseaba establecer un pacto con ellos para poder BENDECIRLOS.

El problema fue que ellos no pudieron cumplir su parte del pacto. Se encontraban tan corrompidos en lo espiritual, que lo incumplieron antes de irse a dormir el primer día —y el SEÑOR lo sabía—. El castigo por quebrantar un pacto era la muerte, y Él deseaba ayudarlos, no lastimarlos. Por ello, Él debía buscar otro medio.

Por tanto, el sacerdocio se incluyó en el Antiguo Pacto. Él designó a cierto grupo de personas para representarlo, y básicamente dijo: “Escuchen, Mis hermanos y hermanas de pacto, sé que fallarán, que romperán nuestro acuerdo y pecarán. Y cuando eso ocurra, en lugar de que ustedes mueran, sacrificaremos a un animal. Dejaremos que ese animal sea su sustituto, y de esa manera podré cumplir con las demandas de justicia sin lastimarlos. Podremos mantener nuestro pacto y Yo podré BENDECIRLOS a pesar de su pecado”.

Dios no hizo eso porque fuera insensible a la muerte de un animal. Si todo hubiera ocurrido conforme al plan inicial de Dios, jamás habría habido muerte en la Tierra. Adán fue quién le abrió la puerta a la muerte. Al entrar el pecado y la muerte en la Tierra, algo debía hacerse para proteger a las personas de la maldición del pecado y de la muerte. Por esa razón, Dios instituyó las leyes del Antiguo Testamento y el sacerdocio —para proteger a Su amado pueblo de los efectos de su propio pecado, a fin de establecer un pacto de BENDICIÓN con ellos, a pesar de su condición de pecado—.

Ésa fue una solución temporal, una sombra de lo que sería el maravilloso Sacerdocio de nuestro SEÑOR Jesucristo, quien vendría para pagar el castigo del pecado y nos limpiaría de éste, para siempre. Por tanto, éste fue claramente concebido por el más grande corazón de compasión que existe. Fue diseñado por el Dios de amor.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.