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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

No piense como un mendigo

Gloria Copeland
«Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen. Los
leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán
falta de ningún bien»
(Salmos 34:9-10).

Nuestro Padre celestial nos ama tanto, que ha prometido que nunca padeceremos necesidad. Estableció en Su palabra que no nos faltaría ningún bien. Pero en lugar de creer en Sus promesas y recibir sus beneficios por fe, la mayoría de cristianos viven como huérfanos sin tener a nadie que cuide de ellos y supla sus necesidades.

No tenemos que vivir como huérfanos cuando somos hijos de Dios, ni deberíamos pensar como mendigos. Aun si no tuviéramos recursos, no tenemos que ver nuestra situación financiera, y vernos en escasez. Lo que necesitamos es vernos por fe. Necesitamos confiar la Palabra, y vernos como hijos de amor ricamente BENDECIDOS y con toda la provisión de Dios.

Cuando la escasez muestre su horrible cabeza en nuestra vida, debemos verla como lo que es —un ataque del diablo, quien intenta robar LA BENDICIÓN, al quitar de en medio nuestra fe—. En vez de dudar del amor y de la fidelidad de Dios, necesitamos reprender las mentiras del diablo y confesar: “Escasez, te resisto en el nombre de Jesús. Vete de mi vida, no tengo por qué vivir contigo; pues eres una maldición y yo estoy redimido de la maldición. Dios me ha redimido de la pobreza y de la escasez. Y Él, de manera abundante, suple mis necesidades”.

Recuerdo la primera vez que declaré esta confesión. Kenneth y yo habíamos alquilado una casa, y estábamos creyéndole a Dios por el dinero para comprarla. Teníamos un año para presentar una oferta, y en lo natural parecía que no podíamos lograrlo; pues la escasez seguía pisándonos los talones.

Pero un día, mientras estaba en la sala de esa casa, mirando a través de la ventana y pensando en nuestra situación, recordé cómo Dios en Su gran amor, nos había librado — por medio del plan de redención—, de toda opresión del diablo. Me acordé de cómo nos había redimido de las enfermedades y de las dolencias, de la pobreza y de la escasez. Entonces Dios me reveló que no había resistido la escasez como lo hacía con las enfermedades y las dolencias. Cuando la enfermedad atacaba nuestra familia, peleaba en su contra con todo mi corazón. La golpeaba con la PALABRA y con la fe hasta que huía.

Al instante, supe que debía hacer lo mismo con la escasez. A partir de ese día, tomé una agresiva postura contra ésta. Por fe, me aferré a lo que mi Padre celestial me había prometido, y comencé a confesar: Escasez, vete de mi vida. Mi Dios suplirá todas mis necesidades de conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

¡Alabado sea Dios! Pagamos esa casa, y hemos pagado muchas más desde ese entonces. Ya no vivo como huérfana, y tampoco permito que el diablo me convierta en mendigo. Vivo en LA BENDICIÓN del amor de mi Padre.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.