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Pregunta del día

julio 05

Si Dios es amor, ¿entonces por qué debemos temerle?

¡No podemos negar que nuestro Dios es grande y poderoso! En el Salmo 24:8, dice: «¿Y quién es este Rey de la Gloria? ¡Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, el poderoso en batalla!». El malvado se aterroriza ante la presencia de Dios, pues encontrarse con el Todopoderoso, sin tener a Jesús de su lado, es una experiencia aterradora.
Sin embargo, para un cristiano esta situación debe ser todo lo contrario. Algo que debemos entender, es que Dios no quiere que sintamos terror y temor cuando vayamos delante de Él. De hecho, Él envió a Su Hijo Jesús a morir por nosotros para que no tengamos ningún temor.
A continuación, te presentamos algunos versículos que nos revelan cuál es el anhelo de Dios para un cristiano:
«En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él».
«…Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios en él. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros».
«Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros: para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo».
«En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor» (1 Juan 4:9, 15-18).
Esos versículos nos recuerdan que Dios es digno de nuestra honra y respeto. No significa que Su deseo es que le temamos. La versión de The Amplified Bible, hace referencia al temor que le debemos tener al Señor como algo a lo que necesitamos tener reverencia: “El temor reverente y con excelencia al Señor, da instrucción en sabiduría, y la humildad viene antes que la honra” (Proverbios 15:33, AMP).
Este temor reverente está lleno de respeto y honra hacía el Señor. Cada vez que leas un versículo que diga: “teme al Señor”, te aconsejamos reemplazar esas palabras por “honra y respeto”. Esto te ayudará a obtener un entendimiento profundo de lo que significa el temor reverente hacia el Señor.