La mayoría estaría de acuerdo en que los desafíos que enfrenta la Iglesia hoy se hubieran considerado inimaginables hace un año. Solo el enemigo podría haber ideado un plan tan siniestro que pondría límite a los creyentes para asistir a la iglesia, no gradualmente, sino en un instante.
Aunque estamos llamados a honrar a las autoridades, según Romanos 13, cuando los eventos mundiales se explotan para justificar un comportamiento tiránico, es hora de prender las alarmas. Si bien, los ajustes temporales eran apropiados a corto plazo, se ha hecho evidente que las motivaciones han pasado de proteger vidas a controlarlas, especialmente las de la comunidad de la fe.
Sin embargo, este aumento de la persecución puede tentarnos a sentirnos desanimados, ¡tenemos buenas noticias!La palabra del Señor a través de Kenneth Copeland es que el 2021 será “el Año de la Iglesia Local”.
El hermano Copeland dice:“Ahí es donde caerá la gloria en el 2021: en las iglesias locales que están predicando, enseñando, sanando, y fortaleciéndose con la palabra de fe y glorificando a Dios.¡Aleluya! “
Por lo tanto, creemos que 2021 será un punto de inflexión importante para la Iglesia y nuestra nación. Veremos a la Iglesia levantarse y marcar el comienzo del avivamiento más grande que jamás hayamos presenciado. ¡El hambre de la gente por Dios y la vida que solo Él puede proporcionar crecerá y cambiará nuestro mundo!
También significa que nuestra obediencia será vital para que todo lo que Dios ha planeado se cumpla. Es hora de que la Iglesia se levante y tome su lugar en el 2021.Es hora de recordarnos por qué asistir de forma presencial a la iglesia no es negociable.
1. Asistir de Forma Presencial a la Iglesiaes un Mandato Bíblico
“Algunos están faltando a las reuniones, y eso no está bien. Reunámonos para animarnos unos a otros y con mayor razón ahora que vemos que se acerca el día….” –Hebreos 10:25 (PDT)
La iglesia local ha sido fundamental en el diseño de Dios, desde que Jesús caminó por la tierra hasta el día de hoy. Dejó el cuidado del Reino en manos de personas, al igual que tú, que recibieron Su comisión y comenzaron a predicar la Palabra con señales, prodigios y milagros (Hebreos 2: 4).
La idea de Dios para la iglesia local incluye reunirse con otros creyentes. Esto es importante por innumerables razones, incluida la forma en que permite que el Espíritu de Dios se mueva (1 Corintios 12-14). El compañerismo y las relaciones también son fundamentales para nuestro desarrollo espiritual. Como probablemente sepas, el Señor guiará a las personas a que te hablen una palabra a tiempo cuando estas reunido con otros creyentes. Incluso una sonrisa de un hermano en la fe puede ofrecer aliento durante un momento difícil.
El Salmo 92:13 nos dice: “Serán plantados en la casa del Señor, y florecerán en los atrios de nuestro Dios” (RVC). Florecer en cada área de tu vida comienza con el ser sembrados en en Su casa, Su iglesia.
Más importante aún, la iglesia no se trata solo de recibir, se trata de servir y dar desinteresadamente. Por mucho que necesites la iglesia local, ¡la iglesia te necesita a ti! Somos el Cuerpo de Cristo, pero si todas las partes del Cuerpo están esparcidas, no podemos funcionar como Dios lo planeó. ¡Cuando se reúnan, deben estar listos para dar y recibir (1 Corintios 14:26)!
2. La Ley de Dios Reemplaza la Ley del Hombre
“Y cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, abrió las ventanas de su alcoba que daban hacia Jerusalén, y tres veces al día se arrodillaba y oraba a su Dios, dándole gracias como acostumbraba hacerlo”. –Daniel 6:10 (RVC)
Si bien es esencial para nosotros honrar Romanos 13, que nos instruye a estar sujetos a las autoridades gobernantes, no estamos llamados a obedecer mandatos que van en contra de la Palabra de Dios. Tenemos una larga lista de ejemplos bíblicos que nos sirven de modelo.
Daniel no obedeció la nueva ley ordenada por el rey Darío, que prohibía adorar a Dios. En cambio, continuó honrando al Señor y Su Palabra (Daniel 6).
Sadrac, Mesac y Abednego no obedecieron la orden del gobierno de postrarse y adorar una imagen de oro creada por el rey Nabucodonosor (Daniel 3).
Ester arriesgó su vida yendo en contra de la ley y acercándose al rey sin haber sido previamente citada (Ester 4-5).
La ley de Dios siempre reemplaza a la ley del hombre. Hechos 5:29 (AMPC) dice: “Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres”. Honramos la autoridad cuando no es conveniente, incluso cuando no estamos de acuerdo con ella, hasta que cruza lo que Dios ha ordenado en Su Palabra.
3. Reunirnos es un Derecho Constitucional
“No se hagan cómplices de los que no conocen a Dios; al contrario, háganles ver su error, pues sus hechos no aprovechan de nada”. –Efesios 5:11 (TLA)
Reunirse como la iglesia local es bíblico, pero no olvidemos que también es constitucional. La libertad de expresión, la libertad de religión y la libertad de reunirse pacíficamente son derechos protegidos de todos los estadounidenses. Además, ningún lugar de la Constitución justifica señalar a las organizaciones religiosas.
Aún así, los derechos de la primera enmienda de los cristianos a “reunirse pacíficamente” han sido atacados. Todos hemos visto cómo se permitió la apertura de bares, restaurantes, casinos y parques de atracciones, mientras que las iglesias se vieron severamente limitadas y, en muchos estados, se les ordenó cerrar por completo. Además, llamar a las reuniones de las iglesias “de alto riesgo” mientras se elogia las grandes reuniones de manifestantes, alborotadores y saqueadores es nada menos que persecución.
Sobre este trato a las iglesias, el juez de la Corte Suprema Neil Gorsuch dijo: “La Primera Enmienda prohíbe una discriminación tan obvia contra el ejercicio de la religión. El mundo que habitamos hoy, con una pandemia sobre nosotros, plantea desafíos inusuales. Pero en ninguna parte de la Constitución se permite que un Estado favorezca un restaurante por encima de una Iglesia”.
Sobre todo, haría bien en este país recordar que la libertad de ejercer la religión y la libertad de reunión es la razón por la que se fundó Estados Unidos en primer lugar. Cuando nos reunimos como iglesia, defendemos el derecho a hacerlo, mientras fortalecemos nuestra unidad.
4.La Iglesia Marcará el Comienzo del Próximo Gran Despertar
“Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla”. –Mateo 16:18 (DHH)
Ante todo, el reunirnos como iglesia local marcará el comienzo del próximo gran despertar que ha sido profetizado. El avivamiento más grande que el mundo haya visto está a nuestro alcance, y comienza con nosotros, el Cuerpo de Cristo, reunidos estando en unidad.
Satanás siente que el próximo gran despertar se está acelerando y está haciendo todo lo posible para frustrar su avance. Cuando surge la iglesia local, no hay nada que pueda detenerla. Nuestra voz unida y nuestra firme postura por la verdad y la justicia serán fundamentales para traernos avivamiento y despertar.
Jesús dijo: “Mi casa será llamada casa de oración” (Mateo 21:13). A medida que la Iglesia se levanta, podemos llevar a esta nación a convertirse en una nación de oración, conduciendo a un gran despertar.
Ahora no es el momento de meter la cabeza en la arena, sino de mirar a nuestro alrededor como lo hizo Jesús y ver qué mesas necesitan volcarse. No importa cuánta oposición enfrentemos, ¡las puertas del infierno nunca prevalecerán contra Su Iglesia!
Estas razones para reunirnos como iglesia local deben ser toda la motivación que necesitamos para seguir adelante y avanzar en nuestra búsqueda del reino de Dios. ¡Sigan reuniéndose! ¡Sigan uniéndose como creyentes! ¡Llamamos a las iglesias a abrir en el Nombre de Jesús! El Año de la Iglesia Local está aquí.