«Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.»
(1 Corintios 13:7-8)
El amor es la clave para el éxito en todo lo que usted emprenda. Cuando el amor es su motivación, nada puede detenerlo. El amor le da el poder para vencer la oposición, lo fortalece para sobrellevar las dificultades e incluso lo mantendrá a la expectativa y creyendo, cuando los demás estén desanimados y se den por vencidos. El amor le ayudará a soportar lo que sea necesario con calma, y así perseverar de manera paciente y fiel en su meta ¡hasta que por fin la alcance!
El amor le dará éxito incluso en las áreas de su vida cotidiana. Supongamos que usted necesite perder peso o recuperar su condición física. Por sorprendente que parezca, el amor le permitirá lograrlo.
La mayoría de personas no se percatan de ese hecho. Su motivación es el egoísmo. Quieren estar en forma, sólo para verse bien y aunque empiezan bien; antes de lo que se puedan imaginar están de vuelta en el sofá viendo los comerciales de máquinas para hacer ejercicios, en lugar de estar en el gimnasio realizando una rutina de ejercicios. Ellos piensan que es por su falta de autodisciplina. Sin embargo, la realidad es que su autodisciplina no tiene el respaldo del amor.
Éstas personas tendrían una experiencia muy diferente si se arrodillaran delante del Señor y le pidieran que los ayudara a realizar un ajuste en su corazón. Él pondría en ellos el deseo de perder peso para ser de BENDICIÓN para otros. Ellos desearían ser fuertes y saludables, a fin de ser un ejemplo a seguir para sus amigos y familiares. Es decir, ser una inspiración para ellos en lugar de verse agotados por el ejercicio.
Comenzarían a pensar cuánto aman al Señor, y cuánto desean agradarle. Cuidarían de su cuerpo, con el fin de vivir más tiempo y servirle de una manera más efectiva a Dios.
Incluso he visto que el amor motiva a las personas a permanecer en fe para recibir sanidad, aún cuando la enfermedad los ha presionado tanto que desean darse por vencidos. Ellos meditan en el dolor y en la dificultad que su enfermedad o muerte le causarían a sus seres queridos; entonces se levantan fortalecidos en el Señor, y confiesan: No importa cuán mal me sienta, no permitiré que el diablo robe mi salud. ¡Amo mucho a mi familia!.
En Gálatas 5:6, se nos enseña que la fe obra por el amor. Por tanto, si su motivación es el amor y a ésta le añade la fe en la PALABRA de Dios, habrá obtenido una combinación invencible. La fe y el amor juntos lo levantarán por la mañana, y lo motivarán a ponerse sus tenis en lugar de su bata de baño. La fe y el amor, lo ayudarán a escoger una ensalada, en vez de un helado. Estas dos armas espirituales lo ayudarán a mantener su rutina de ejercicios, hasta que un día, alguien lo vea, y exprese: “¡Oye, te vez como si hubieras perdido 20 libras! ¿Cómo lo lograste?”.
Usted sólo sonreirá, y dirá: “¡El amor nunca falla!”.