Dios no desea que ningún creyente viva lleno de temor, aun cuando se trata de conocerlo a Él:
«Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros: para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor lleva en sí castigo. Por lo tanto, el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor» (1 Juan 4:16-18).
En toda la Biblia se nos instruye que temamos a Dios. Pero ¿qué significa esa instrucción? En la versión The Amplified Bible se refiere a ese temor al Señor como: “temor de reverencia”:
«El temor de Señor [reverencial] [que es alabarlo y reconocerlo como lo maravilloso que es. Y antes que el honor viene la humildad» (Proverbios 15:33). Este temor de reverencia está lleno de respeto y honra por el Señor.
Un gran ejemplo de un hombre que comprendió el temor del Señor fue John Newton. Él comprendió que el temor reverencial al Señor produce un estilo de vida libre del temor que te atormenta, el cual proviene del diablo. Esta revelación fue evidente cuando escribió el himno clásico: Sublime Gracia. Veamos la segunda estrofa de este canto:
Su gracia enseñó mi corazón a temer,
y su gracia mis miedos alivio;
Oh cuán hermosa fue a mí ser su gracia
Cuando Él me transformó.
¡Amén!