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Pregunta del día

febrero 07

¿Qué puedo hacer si mi cónyuge no me permite asistir a la iglesia?

Tu anhelo de ser miembro activo de una iglesia local es bueno. Pues es parte de nuestra nueva naturaleza en Cristo, la cual coloca en nosotros el deseo de servirle al Señor.

Sin embargo, los problemas pueden comenzar en el hogar cuando uno de los cónyuges desea servirle de forma activa a Dios, y el otro no. Siempre hay dificultad cuando un cónyuge u otro no están de acuerdo con respecto a un tema de suma importancia. Y viene la tentación de rendirse y darse por vencido.

Y ése es el objetivo de Satanás. Pues él sabe muy bien que tu familia puede convertirse en uno de sus peores enemigos, por esa razón, tratará de destruirla para que no le sirvan a Dios. Pensar en la separación o descuidar a la familia en algún aspecto; nunca será una buena opción para el creyente que en realidad desea cumplir la voluntad de Dios.  Así que no pelees con tu cónyuge. Pelea en contra de tu verdadero enemigo. Comienza a visualizar a tu familia sirviéndole al Señor juntos de una forma poderosa, y permanece creyendo en lo que la Biblia dice en Josué 24:15: «…Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor…».

Ahora bien, eso no significa que tengas que olvidarte de tu llamado, sólo reoriéntalo. Tu familia debe estar incluida en el llamado que Dios tiene para tu vida, y en la obra que tú sientas que Él quiere que lleves a cabo. Dios no separa familias a causa de la obra del ministerio. El matrimonio y la vida familiar fueron idea de Dios, por tanto, Su deseo es que honremos nuestros votos matrimoniales y que cuidemos a nuestra familia (Malaquías 2:16; 1 Timoteo 5:8).

Mientras tu cónyuge esté dispuesto a permanecer contigo, será un privilegio vivir en el amor de Dios y mostrarle con tu ejemplo lo maravilloso que es ser cristiano (1 Corintios 7:12-14). Busca versículos bíblicos que hablen acerca del amor, y medita en ellos. Recuerda, el amor nunca falla (1 Corintios 13:8). Así que toma esa decisión de calidad de vivir en amor. Es un gran desafío, ¡pero puedes lograrlo en el nombre de Jesús! Nosotros creemos y nos regocijamos contigo.