Para contestar esta interrogante, podemos tomar el ejemplo de la iglesia de Corinto. Pablo tuvo que escribirles una carta, debido a la contienda y la división que había entre ellos; 1 Corintios 3:1: «Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en la vida cristiana» (NTV).
Aunque eran cristianos, le abrieron la puerta a la confusión y a toda obra perversa, a través de la envidia y la contienda (Santiago 3:16). Los creyentes que viven como personas carnales o personas naturales y no practican de manera continua vivir en amor, se exponen a ser llevados cautivos por Satanás (2 Timoteo 2:20-26).
Te animamos a que tomes tu autoridad espiritual y ates los espíritus de contienda y engaño. Luego, desata el amor de Dios para que sea Él quien gobierne en tu iglesia. Y prepararte para invertir tiempo en la oración.
Toma la decisión de calidad de caminar en amor, y evita discutir o murmurar con las demás personas. Apodérate de la Palabra de Dios, y ora el resultado que deseas, y no el problema (Colosenses 1:9-14). En Santiago 5:16, dicesr que: «…La oración del justo es muy poderosa y efectiva». Tú puedes marcar la diferencia, a medida que permanezcas firme en la Palabra y ores por tu iglesia hasta recibir la respuesta.
Mientras que haya más de una persona en la iglesia, se correrá el riesgo de que existan desacuerdos. Sin embargo, a través de la oración y el compromiso de amor, tu iglesia podrá vencer esos desacuerdos y se convertirá en un testigo eficaz para un mundo perdido y que está muriendo.