fbpx

Pregunta del día

junio 09

¿Por qué los cristianos adoramos el domingo en vez de hacerlo en Sabbat?

Sabatt significa: “descanso”. La primera referencia que encontramos en la Biblia acerca de tomar el Sabatt como día de descanso es en el mandamiento que el Señor instituyó en Éxodo 16:23-26: «Él les dijo: Esto es lo que el Señor ha ordenado: “Mañana será un día de descanso absoluto, un día sagrado de descanso, reservado para el Señor”» (Nueva Traducción Viviente).

El cumplimiento del Sabatt es parte de la Ley que le fue dada exclusivamente a Israel; éste fue incluido dentro de su pacto con Dios, el cual les proveía su redención. Bajo la ley, al pueblo de Israel se le ordenó no hacer ningún tipo de actividad en el séptimo día de la semana (Sábado), excepto descansar y alabar a Dios (Éxodo 20:8-11). Dicho día, servía como recordatorio de que Dios había creado la Tierra en seis días y descansó el séptimo (Génesis 2:2-3), que Él los había liberado de la esclavitud de Egipto (Deuteronomio 5:14-15), y que Su Mesías prometido traería el verdadero descanso de la redención (Génesis 3:14-15).

Algunas personas se preguntan si hacer los servicios el domingo, viola la ley de Dios. Y se preguntan donde se originó la tradición de hacer servicios el día domingo.

A través de las Escrituras, descubrimos que no hay una ley que nos diga como creyentes qué día debemos adorar a Dios (Gálatas 4:9-11; Colosenses 2:16). Sabemos que los discípulos se reunían con frecuencia los domingos (Hechos 20:7; 1 Corintios 11:20, 16:2; Apocalipsis 1:10). Algunos sugieren que es posible que los creyentes se empezaron a reunir el domingo, en honor al día que el Señor resucitó. Otros afirman que fue después que el cristianismo se convirtiera en la religión oficial del Imperio Romano bajo el gobierno de Constantino. Sin embargo, no existe ningún nuevo mandamiento que establezca ese día.

Lo más importante es recordar que Jesús vino a redimirnos de la Ley del pecado y de la muerte, a fin de que pudiéramos tener un autentico descanso espiritual y comunión con Dios —no sólo un día a la semana, sino a diario; no por medio de nuestras obras, sino por lo que Él hizo en la Cruz para proveer nuestra posición de justicia ante Dios (Romanos 11:6, Efesios 2:8). Como cristianos, podemos reunirnos en cualquier momento, día o lugar; ¡y Jesús dijo que estaría ahí con nosotros (Mateo 18:20; Hebreos 10:24-25)!