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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

No sólo para mí

Kenneth Copeland
«Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para
que seáis sanados…»
(Santiago 5:16).

 

Cuando aprendemos los principios de fe, a veces adoptamos una mentalidad egoísta; y comenzamos a pensar sólo en nosotros. En lugar de aprender a orar por la sanidad de los demás, enfocamos nuestra fe sólo en nosotros. Sólo pensamos en cómo utilizarla para aumentar nuestros ingresos. Estudiamos el Salmo 91 para creer sólo por nuestra protección y la de la nuestra familia.

Sin embargo, actuar de manera egoísta nos hacer perder el enfoque. Como creyentes, tenemos un pacto unos con otros. Fuimos llamados a comprometernos, al punto de velar por las necesidades de los demás; así como lo estamos por nuestras necesidades. En Filipenses 2:4, leemos: «No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros».

¡De eso se trata la Iglesia! De vivir de acuerdo con nuestro pacto, de que mi familia ore y le crea a Dios por la suya, mientras su familia ora y cree por la mía. Se trata de reunirnos y buscar quien tiene una necesidad, ¡y suplir esa necesidad!

Una iglesia es un grupo de personas tan enamoradas de Jesús y entre sí, siempre buscan formas de BENDECIRSE. Además, aprenden a utilizar su fe para ayudarse y para edificarse entre sí.

Debido a que la fe obra por el amor, si no lo practicamos; jamás aprenderemos a vivir por fe. Si sólo activamos nuestra fe para nuestra liberación, nuestra sanidad y nuestro éxito; ¡nunca despegaremos! Dios no nos entregó Su PALABRA y Sus promesas sólo para usarlas “para nuestro propio beneficio; a fin de que podamos sobresalir”. Nos las entregó para que le sirvamos a Él y a los demás.

Una vez que comenzamos una vida de servicio, creer por nuestras necesidades será tan fácil como caernos de un tronco que está flotando sobre el agua. Nuestra fe estará poderosamente respaldada por el amor, nuestra comunión con Dios y con los demás, que sólo descansaremos ¡y recibiremos lo que necesitamos!

Sólo inténtelo y verá a qué me refiero. Si se ha frustrado en la fe, porque no ve el resultado de lo que está creyendo; olvídese de sí mismo por un momento. Vaya y busque a otro creyente que tenga una necesidad mayor que la suya, y comience a creerle a Dios para que lo ayude a suplir la necesidad de su prójimo. No lo haga sólo por experimentar, hágalo de corazón. Permita que el amor de Dios fluya de usted hacia su hermano. Ore por él, siembre en él con pasión. Permanezca en fe con él, y ayúdelo a llevar su carga. Permita que Dios le muestre qué puede lograr su fe a través del amor.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.