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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

La peor pesadilla del diablo

Kenneth Copeland
«Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.»
(Efesios 6:10-11)

La mayoría de personas no se percata de que en estos versículos se señala poderosamente la ceremonia del pacto de sangre. Pues cuando se habla de este tema, lo único que viene a su mente es la época cuando las personas que deseaban efectuar un pacto, asesinaban a un animal, se paraban en la sangre de éste, y se realizaban promesas entre sí. Por ejemplo, sobre esa sangre se juraban utilizar cualquier arma y recurso de poder que tuvieran a su disposición para protegerse.

Básicamente se decían el uno al otro: “Ya no estás limitado por tu propia fuerza porque ahora estamos juntos. Mi fuerza es tu fuerza. Y mi poder es tu poder”. Entonces, como una demostración de ese pacto, intercambiaban sus armas y sus armaduras.

Ésa es la imagen que nos viene a la mente cuando leemos acerca de permanecer en el pacto y colocarnos la armadura de Dios. Debemos pensar en el pacto de amor que Dios estableció con nosotros por medio de la sangre de Jesús. Deberíamos vernos a nosotros mismos permaneciendo sobre esa preciosa sangre y recibiendo las armas del Dios todopoderoso, mientras nuestro Hermano de Pacto, el SEÑOR Jesucristo nos declara: “Se me ha entregado todo el poder y la autoridad en el cielo y sobre la Tierra. Por tanto vayan… y Yo estaré con ustedes. Todo el que se levante en contra de ustedes tendrá que enfrentarse conmigo. ¡Así que sean fuertes en Mí y en el poder de Mi fuerza!”.

Cuando comencemos a pensar de esa manera, el diablo huirá de nosotros. Retrocederá y dirá: “Siento mucho haberte molestado. En realidad no quise hacerlo. Por favor, guarda esa espada y prometo que me iré”.

Sólo existe una cosa que asusta al diablo más que un creyente que comprende el poder y los privilegios de su pacto con Dios. Y es, un creyente que entiende que sus hermanos y hermanas en el SEÑOR permanecieron en esa sangre con él cuando el pacto fue establecido. Éste es un cristiano que sabe que así como este pacto de amor nos hizo uno con Jesús, nos hace uno con los demás.

Un creyente con esa revelación, no puede estar en contra de su hermano en Cristo más de lo que podría estar en contra del mismo SEÑOR Jesús. No puede criticar a ese hermano y llamarlo su enemigo una vez que han permanecido juntos en el pacto de sangre. ¡Simplemente no puede hacerlo! Para Él no hace ninguna diferencia la apariencia, el pasado, la cultura o la denominación de ese hermano; porque la sangre del Cordero se encuentra entre ellos, y ¡ésta vence todo lo demás!

El diablo tiembla sólo de pensar en esa sagrada alianza. Ésa es su peor pesadilla. Y a medida que avancemos hacia una mayor revelación de nuestro pacto de amor, será una pesadilla que de seguro ¡se hará realidad!

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.