«Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos…»
(2 Juan 6, NAS)
Muchas personas hablan acerca del amor en estos días, pero la verdad es que muy pocas saben qué es realmente. Para la mayoría, es un fantasma emocional que aparece y desaparece sin previo aviso. Engañoso, indefinido, siempre buscado, pero rara vez encontrado.
Incluso los cristianos se ven confundidos acerca de este tema. Pero no deberían estarlo, pues en la PALABRA de Dios se nos revela claramente qué es el verdadero amor. De forma clara, nos explica que es guardar los mandamientos de Dios. Por esa razón es importante conocer y obedecer Su PALABRA.
¡Gloria a Dios!, el Señor no dejó lugar a dudas con respecto al tema del amor. Ni tampoco nos dio una idea vaga e indefinida acerca de éste. Lo dejó claro y fácil de definir. A través de la Biblia, nos dejó instrucciones para que nosotros podamos saber cómo amar como Él ama. ¡Nos dio Su Manual por escrito! Sólo debemos seguir Sus instrucciones, y estaremos viviendo en amor.
En especial en estos días en los que es muy importante que tengamos una definición muy clara acerca del amor; pues debido a que el pecado en el mundo crece, las personas están comenzando a confundirse más acerca con respecto a este tema. Ellos creen que hacer algo que los haga sentir bien es amor. Incluso, aceptan estilos de vida inmoral, y todo en el nombre del amor.
Ser cristiano no lo convierte al instante en un experto en el tema del amor. Aunque el amor de Dios nació dentro de usted al momento en que aceptó a Jesús como el SEÑOR de su vida, usted comienza siendo un bebé espiritual. Usted dejará la infancia espiritual atrás, y desarrollará la madurez para vivir en amor, cuando se alimente de la PALABRA de Dios, y cuando aprenda cómo se comporta el amor.
Nada —absolutamente nada— es más importante que aprender a amar. Estudie el Manual que Dios le ha dado. Éste le enseñará cómo hacer que el amor que está dentro de usted se manifieste por fuera. A medida que usted actúe conforme a la PALABRA de Dios, Su amor se perfeccionará en su vida, y otros verán a Jesús en usted.