Apreciado(a) Colaborador(a),
Apreciado Colaborador(a),
Ya hace varios días que, al orar por ti y por todos nuestros colaboradores, me descubro orando por tu sanidad y para que seas libre del dolor ─cualquier clase de dolor─. Las enfermedades, las dolencias, la debilidad y el dolor no vienen del cielo. No pueden provenir de allí. No existen en el cielo. Dios no es el autor de la enfermedad ni del dolor. Todas las enfermedades y el dolor arribaron cuando el diablo comenzó a administrar las cosas en la Tierra. Sin embargo, Jesús vino y cambio eso para siempre.
Cada persona que se acercó a Jesús para pedirle sanidad fue sanada. ¡Todos! ¿Jesús alguna vez le respondió a alguien: “Tendrás que esperar un tiempo”? No. ¿Se rehusó alguna vez a sanar a alguien? No. ¿Le dijo a alguien: “Se paciente, Dios está produciendo algo en tu vida. Sé que es difícil comprenderlo, pero algún día entenderás el por qué”? ¡No, no lo hizo! ¿Alguno de los apóstoles le dijo eso a alguien? No. ¿Hay alguna persona en el libro de los Hechos a la que le hayan dicho eso? ¡NO! Entonces, nadie tiene el derecho de decirte eso en nuestra época. Nadie tiene el derecho de decirte que, de alguna manera, por una extraña razón, las cosas han cambiado. No era la voluntad de Jesús que alguien estuviera enfermo cuando Él ministraba en la Tierra, y Él no ha cambiado. Él dijo en Juan 6:38:
- Porque no he descendido del cielo para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Léelo nuevamente. Todo lo que Jesús hizo, era la voluntad del Padre que lo envió. ¿Ha cambiado el Padre? No. Si Su voluntad en ese momento era que todos fueran sanos, entonces es Su voluntad para ti, ahora, que estés sano. ¿Cuándo? ¡Ahora! Ahora mismo, mientras lees esta carta. ¿Recuerdas Mateo 6:9-10? Dice: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. HÁGASE TU VOLUNTAD, EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.” ¿Hay algún dolor en el cielo? Por supuesto que no. ¿Hay escasez financiera allí? Absolutamente no. En línea con ese pensamiento, mira lo que la Biblia dice en 1 Juan 4:17:
- En esto se perfecciona el amor en nosotros: para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
¿Tiene Jesús algún dolor? No. ¡Entonces tú tampoco deberías tenerlo! El verdadero problema aquí se encuentra explicado en el versículo que le precede. El versículo 16 dice:
- Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Dios es AMOR. Él no tiene amor. Él es AMOR. El versículo 18 dice que no hay temor en el AMOR. Bueno, tampoco hay enfermedad en el AMOR. No hay dolor en el AMOR. El AMOR sana. La clave del problema al que me refiero está en la frase: «Y nosotros hemos conocido y CREÍDO el amor que Dios tiene para con nosotros» ¡Cree en el AMOR!
Para contrastarlo, mira lo que la gente dijo en Números 14:2-3, acerca del Dios que acababa de liberarlos en forma milagrosa:
- Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y Aarón, y toda la multitud les dijo: «¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto, o morir en este desierto!
- ¿Para qué nos ha traído el Señor a esta tierra? ¿Para morir a filo de espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean tomados prisioneros? ¿Acaso no sería mejor que regresáramos a Egipto?»
Solo una mente atrapada por el temor y la incredulidad puede pensar de esa manera. Ellos no creyeron que Dios los amaba. Así de simple. Como ya lo dije: esa es la clave del problema. Es la razón por la que los cristianos fallan hoy en día. Frecuentemente escuchas a las personas decir: “SEÑOR, ¿por qué me sucedieron estas cosas tan malas?” ¿Te suena conocido? Seguro que sí. Hay personas buenas que creen que la razón por la que están enfermos y no tienen suficiente en la vida es porque por alguna misteriosa razón Dios ha puesto enfermedad y problemas en ellos y/o Él no está enviándoles la sanidad. Si les preguntáramos si Dios los ama, la mayoría respondería que sí. Sin embargo, es muy obvio que realmente no creen que lo hace. Ellos mentalmente se han puesto de acuerdo con lo que la Biblia dice, pero no tienen fe en su corazón de que Él realmente los ama.
El AMOR fue al infierno para que nosotros no tengamos que ir. El AMOR estuvo amarrado y fue azotado a un madero para que por Sus llagas nosotros fuéramos sanados. EL amor se hizo maldición por nosotros para que nosotros pudiéramos ser BENDECIDOS con LA BENDICIÓN de Abraham. El AMOR se hizo pobre para que nosotros pudiéramos ser ricos. Y no sólo eso; El AMOR vino a vivir en nuestro interior para poder enseñarnos a vivir la vida más alta que Jesús demostró cuando estaba en la Tierra.
El AMOR mismo ahora te está diciendo:
- ¡Quiero que estés bien, y quiero que seas libre! (Éxodo 15:26, Isaías 53:4-5, Hechos 10:38).
- Anímate, tus pecados han sido perdonados (Mateo 9:2).
- Quiero. Ya has quedado limpio (Mateo 9:2).
- Yo tomé tus enfermedades y cargué tus dolencias (Mateo 8:17).
- Tengo compasión del enfermo, y los sano (Mateo 14:14)
- Yo sano toda enfermedad y toda dolencia (Mateo 4:23).
- Que se haga contigo conforme a tu fe (Mateo 9:29).
- El mismo Espíritu que me resucitó de entre los muertos vive en tu interior, y ese Espíritu dará vida a tu cuerpo mortal (Romanos 8:11).
- Tu cuerpo es el templo de Mi Espíritu, y debes glorificarme en tu cuerpo (1 Corintios 6:19-20).
- Te he dado Mi Nombre y he puesto todas las cosas bajo tus pies (Efesios 1:21-22).
- Quiero que estés bien y quiero que tengas larga vida en la Tierra (Efesios 6:3).
- Te he librado de la autoridad de las tinieblas (Colosenses 1:13).
- Te he librado de toda obra maligna (2 Timoteo 4:18).
- Experimenté la muerte por ti. Yo destruí al diablo que tenía el poder de la muerte. Te he librado del miedo a la muerte y de la esclavitud (Hebreos 2:9, 14-15).
- Renueva las fuerzas de tus manos cansadas y fortalece tus rodillas debilitadas. Traza un camino recto para tus pies, a fin de que los débiles y los cojos no caigan, sino que se fortalezcan (Hebreos 12:12-13)
- Que los ancianos de la iglesia vengan y oren por ti y te unjan con aceite en Mi Nombre… y el Señor hará que te recuperes (Santiago 5:14-15).
- Oren los unos por los otros, y serán sanados (Santiago 5:16).
- Por Mis llagas eres sano (1 Pedro 2:24).
- Mediante Mi divino poder, te he dado todo lo que necesitas para llevar una vida de rectitud, a través de Mi conocimiento (2 Pedro 1:3).
- Amado, deseo por sobre todas las cosas que seas… sano (3 Juan 2).
Ahora, mi querido Colaborador, te digo: LEVÁNTATE EN FE. ¡AFÉRRATE A TU SANIDAD! ¡DIOS TE AMA!
A medida que siembras tu SEMILLA DE BENDICIÓN, ¡no lo hagas sin BENDECIRLA! Ponte de pie sobre tu semilla y danza alrededor de ella. Jesús está allí mismo. Si declaras lo que Él dice, Él dirá lo que tú dices. Cada frase en esta carta proviene de la misma PALABRA, la Santa Biblia. ¡No hay autoridad más alta que la PALABRA de Dios!
Confiesa estas declaraciones de Jesús sobre Gloria y sobre mí. Juntos, estamos llevando esta PALABRA de AMOR a las naciones. ¡Te amamos demasiado! Oramos por ti todos los días.
Con Amor,