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abril 15, 2025

Día 1: Dios es bueno con todos

“El SEÑOR es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. El SEÑOR es bueno con todos; derrama compasión sobre toda su creación.” —Salmo 145:8-9

¿Alguna vez has conocido a alguien verdaderamente bueno?
Tal vez tengas un padre o abuelo que te trata con una bondad abrumadora, el tipo de persona que está presente siempre que lo necesitas.
Si necesitas dinero, te lo da sin dudar. Si necesitas un auto, te presta el suyo. Siempre que vas a su casa, puedes ir directo
al refrigerador y tomar lo que quieras. No se enojan cuando cometes errores, porque su amor es evidente en lo que dicen y hacen.

Así es Dios. Él es bueno. Es simplemente su ser. Si conoces a alguien así, puedes imaginar fácilmente a Dios siendo igual. Pero si no,
tal vez no creas que esa bondad existe. Podrías pensar: ¿Cómo puede Dios ser bueno con todos? El mundo en que vivimos está hecho un caos.

Pero cada mañana despiertas y ves el sol brillar o la lluvia caer. Esa es prueba de la bondad de Dios. La Biblia dice que Dios
«hace salir el sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos» (Mateo 5:45).

Dios está a tu favor, no en tu contra. Le encanta darte cosas buenas. La Biblia dice que Él es fiel y bondadoso. Es paciente, así que no se enoja fácilmente. También es
un caballero. No impone su amor a nadie. Espera que lo invites a tu vida.

Él quiere mostrarte su bondad a ti, de forma personal. Quiere mostrar su amor a tu familia. Quiere mostrar su bondad a tu barrio y ciudad. Quiere llenar tu vida con su bondad y mostrar
su amor y misericordia. Ese es el corazón de Dios. Su bondad no es solo para ti y los tuyos. Es para todos.

Dios tuvo que encontrar la manera de dar su bondad al mundo. Juan 3:16-17 dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en Él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de Él.”

Dios demostró su amor al mundo al enviar a su Hijo, Jesús. Creer en Jesús y recibirlo abre la puerta a la bondad de Dios en tu vida. Seguir creyendo y recibiéndolo mantiene ese
flujo de bondad operando en ti.

Por eso el Viernes Santo, el viernes antes de la Pascua, es verdaderamente santo. Fue el día en que Dios envió a su Hijo a la cruz para que todos pudieran conocerlo a Él y a su bondad.
Eso es lo que Jesús hizo por ti. Al celebrar este Viernes Santo, toma un momento para recordar el plan de bondad de Dios para ti.

Oración
Dios, gracias por Tu bondad. Gracias porque Jesús fue a la cruz por mí, para que yo pudiera conocerte personalmente. Te invito a traer Tu bondad a mi vida. Abre mis ojos y muéstrame más de Tu bondad. En el Nombre de Jesús. Amén.