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julio 1, 2016

El orden divino Atrae lo divino – por Hilton Sutton

Dios es un Dios de orden divino. Él tiene todo planeado. Nada sucede por accidente. Eso significa que la Convención de Creyentes del Suroeste fue ordenada por Dios.

No es algo que Kenneth Copeland decidió hacer porque no tenía nada más que hacer. Cada uno de nosotros en este lugar está aquí por el orden divino de Dios. Yo sé que estoy aquí por la voluntad absoluta de Dios.

Desde el momento que la primera Convención de Creyentes del Suroeste fue anunciada en 1981, mucha gente comenzó a preguntarme cómo me habían elegido para que fuera uno de los predicadores. Les respondo: “porque yo soy un creyente. Predico del mismo libro. Tenemos la misma visión”.

Dios nos ha llamado a todos de acuerdo a Su plan divino, y todos cabemos en él. ¿No te alegra saber que no todos predicamos igual? Si lo hiciéramos, algunas personas jamás serían ministradas. Por esa misma razón es que Dios ha puesto tanta variedad. Es en la unidad que ofrecemos el ministerio completo de nuestro Señor Jesús.

Efesios 4:11-13 dice: «Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta que lleguemos a ser un hombre perfecto…». Esta escritura nos deja bien claro que la unidad requerida en Juan 17 está en camino en el Cuerpo de Cristo. Está empezando a afianzarse.

Mientras escuchaba a cada uno de los predicadores de la primera Convención de Creyentes del Suroeste, me di cuenta que casi todos ministraron sobre temas que ellos mismos habían aprendido de alguien más. La pregunta es: ¿por qué no deberían de hacerlo? ¿No somos todos nosotros trabajadores con el Señor (Corintios 6:1)? ¿No somos dirigidos por el mismo Espíritu Santo? Entonces, ¿por qué no deberíamos alimentarnos mutuamente y ser usados por Dios para inspirarnos entre nosotros?

Sin embargo, no hemos visto nada todavía. Dios está listo y la iglesia debería llegar a su madurez total, engranando una marcha de productividad nunca antes vista por el mundo. Dios continúa revelándonos, en Su Palabra, lo que está haciendo y lo que hará. Hace años, cuando crecía en la iglesia, escuché a personas que decían: nunca sabes lo que Dios hará. No sabíamos que eso no es lo que la Palabra nos dice.

Ahora somos mejores estudiantes de la Palabra que en las generaciones previas de la iglesia. Sin embargo, no tenemos tanto tiempo disponible como las generaciones pasadas. Nosotros debemos ser más diligentes con la Palabra de Dios para que podamos cumplir con la gran tarea que Dios nos ha encomendado en el escaso tiempo remanente.

La era de la iglesia concluye con el arrebatamiento de la iglesia gloriosa. No una iglesia derrotada, no una iglesia enferma, no una iglesia que ha sido golpeada y está llena de morados, escondida dejado de la tierra tratando de mantenerse unida hasta el final—¡sino una iglesia gloriosa! ¡Una iglesia gloriosa es una iglesia dinámica! ¡Una iglesia gloriosa es una iglesia exitosa! ¡Una iglesia gloriosa es una iglesia productiva! ¡Una iglesia gloriosa es una iglesia inteligente—madura, santa, pura y súper ungida!

¿Dónde conseguimos esa clase de inteligencia? Al crecer en la gracia y el conocimiento del Señor y ser llenos del Espíritu Santo.

¡Estás en camino a una fe Grandiosa!

¡Amigos, eso es lo que está sucediendo en estas convenciones! Dios ha levantado los maestros más maravillosos en la historia de la iglesia para nosotros. ¿Por qué? Porque nosotros somos la generación que concluye la época de la iglesia. ¡Nosotros debemos ser la generación que termina el acto y logra hazañas para Dios a una escala que el mundo todavía no ha experimentado!

En Lucas 18:8, Jesús le preguntó a Sus discípulos: «cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?» La única respuesta, aun para un creyente nuevo con una fe pequeña es: —¡Sí!—.

Nosotros somos personas de fe. Pueda que existan momentos en los que usamos tan solo un poquito de ella o no la usamos en lo absoluto. ¡Sin embargo, cuando nos movemos en la autoridad completa de la Palabra de Dios, podemos operar en una fe grandiosa!

En estas reuniones donde la Palabra es predicada, la fe se esparce como el fuego en un matorral seco por un viento fuerte.

 

EL ORDEN DE DIOS EN TU VIDA

Dios es un Dios de orden divino, y Él ha ordenado todo. Cuando tú y yo estudiamos Su libro, la Biblia, y le permitimos al Espíritu Santo dirigir nuestros pasos, caminaremos en el orden del Dios todopoderoso.

¡Es emocionante pensar que diariamente puedes caminar en el orden absoluto de Dios! Pero, para hacerlo, debes aprender el liderazgo del Espíritu Santo y transformarte en un estudiante del libro de estudios.

Si no lo haces, tan solo te cruzarás con Dios en el camino de vez en cuando. Cuando no estás observando Su orden, cualquier cosa tiene el derecho de atravesarse en tu camino y con frecuencia, eso es lo que ocurre.

Sin embargo, cuán maravilloso es descubrir que Dios es un Dios de orden y un maestro de la creación. Él no está practicando con nosotros.
Él ha perfeccionado todo antes de que nosotros nos involucremos.

Dios establece orden divino para tu vida individual, tu matrimonio, tu familia, tu relación con las personas por fuera de la iglesia, y aun en tu tiempo devocional íntimo. Dios no deja nada al azar. Aun nuestras relaciones con los amigos creyentes están ordenadas por Dios.

Deja que ese orden divino comience a controlar tu vida, y te convertirás en una persona más efectiva y productiva para la gloria de Dios. ¡Te convertirás en un generador de poder divino!

 

El orden de Dios en la iglesia

Lo ves, la iglesia no debe ser un grupo pobre, enfermo, anémico, lleno de problemas y derrotado.

La iglesia es la luz de Dios y la sal de la Tierra. Como la iglesia, debemos movernos con autoridad y poder, usando la armadura de Dios, usando las armas de nuestra batalla que son poderosas en Dios para derribar fortalezas.

La iglesia es la representación del Dios todopoderoso y de Jesucristo en la Tierra. Jesús dijo en Mateo 16:18: «edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no podrán vencerla». Eso significa que Él la comenzará y la terminará.

Si Pablo dijo en Efesios 5:27 que el Señor se presentará a Sí mismo una iglesia gloriosa sin mancha ni arruga, exactamente así será—una iglesia gloriosa. Para entender las manchas y las arrugas, lee prestando mucha atención 2 Pedro 2:9-20.

¿Sabes por qué nos está tomando tanto tiempo? ¡No hemos aprendido a relacionarnos entre nosotros! El Espíritu Santo quiere que nos reconozcamos los unos a los otros como miembros de la misma familia. Todos somos nacidos de nuevo y energizados por el Espíritu Santo, bajo el liderazgo de Jesucristo. Nosotros debemos levantarlo a Él para que todo el mundo pueda saber que el Padre lo envió, para que puedan acercarse a Él (lee Juan 12:32, 17:23) ¡Esa es la tarea de la iglesia!

Nosotros debemos trabajar juntos. Nos necesitamos mutuamente.

Cada uno de nosotros tiene su tarea propia; sin embargo, juntos hacemos un total. Así que involúcrate en la obra de Dios al relacionarte con los demás.

¡Una vez que empecemos a fluir en la unción del Espíritu Santo en unidad y armonía, apoyándonos y animándonos los unos a los otros, provocará que lo que hacemos sea mucho más poderoso!