“7 Los tomaré como mi pueblo, y seré su Dios; y ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que los libró de los trabajos pesados en Egipto. 8 Voy a llevarlos a la tierra por la cual levanté mi mano y juré que se la daría a Abrahán, Isaac y Jacob. Yo les daré esa tierra en propiedad. Yo soy EL SEÑOR.”
(ÉXODO 6:7-8, RVC).
Éxodo 2:1-4:31 comparte la historia de Moisés. Comenzó la vida huyendo de la muerte. Su madre le salvó la vida dejándolo flotar por un río, donde cayó en manos de la hija del faraón. Nació en esclavitud, criado como realeza, luego exiliado y teniendo que ocultarse, la vida de Moisés fue todo menos estable. Luego, un día descubrió que fue elegido por Dios para liderar a los israelitas hacia la libertad. Al principio, Moisés no se creía capaz, pero rápidamente aprendió a confiar y obedecer a Dios en cada circunstancia y momento, fue entonces cuando vio a Dios realizar milagros a través de él para su pueblo.
Dios usó a Moisés para liberar a Sus hijos cautivos. Luego, Dios utilizó a Moisés para abrir el Mar Rojo y guiar a Su pueblo hacia la libertad de la esclavitud de los egipcios. Dios usó a Moisés para realizar milagros sobrenaturales, como hacer brotar agua de las rocas para que la gente bebiera, entregar la ley que protegería al pueblo de Dios de la maldición que los rodeaba en la tierra y, finalmente, para levantar a Josué, quien completaría el camino hacia la libertad para el pueblo de Dios.
No todo fue fácil para Moisés. Pasó por mucho para llevar a cabo el propósito de Dios para su vida y la vida del pueblo de Israel, la nación elegida de Dios. No hizo todo perfectamente, y no siempre se su llamado le trajó gozo, pero siguió adelante. De alguna manera, Moisés lideró a todo el pueblo de Dios hacia la redención. Cuando Moisés condujo al pueblo de Israel hacia la libertad, eso significó que Dios pudo continuar Su plan redentor para toda la humanidad en la tierra…
ESTUDIO
Caminar en lo Sobrenatural
“Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ‘¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha. Y tú, alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y los hijos de Israel entrarán por medio del mar en seco'” (Éxodo 14:15-16).
VIVE LA PALABRA
Dios es el Buen Pastor y tú eres su oveja (Juan 10:2-5). Puedes distinguir entre su voz y la voz de un extraño… todo lo que se necesita es tiempo y disciplina para escuchar Su voz. Confía en Él hoy. ¡Él NO te llevará por mal camino!
DECLARA EN VOZ ALTA
Escucho la voz del Buen Pastor y la obedezco. La voz de un extraño no seguiré. Puedo confiar en donde Él me guía. No importa cómo se vea, Él SIEMPRE tiene una salida para mí. Y confío en Él. ¡Hoy, mañana y siempre!
APLICACIÓN
Moisés no tenía el poder para dividir el Mar Rojo. Pero sí tenía el poder para extender su vara sobre él. Y cuando lo hizo en obediencia al mandato del Señor, el Espíritu Santo hizo el resto. Será lo mismo contigo. Cuando comiences a hacer tu parte, el Espíritu Santo hará la suya, y cosas sobrenaturales comenzarán a suceder a tu alrededor.
¿CUÁL ES TU PARTE?
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Aliméntate de la Palabra.
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Ora en el espíritu.
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Escucha lo que el Espíritu de Dios te dice.
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Obedece a Dios.
Al hacer esas cosas, al empezar a moverte como Dios te guíe y a tomar Su dirección, fluirás en lo sobrenatural tan naturalmente como un pájaro vuela en el aire. Simplemente confiarás en el Señor y extenderás tu vara… y verás milagros comenzar a suceder a tu alrededor.
ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS
Éxodo 14; Juan 10:5, 27