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Relaciones

¿Cómo puedo tener una relación con Jesús?

Cuando se trata de relaciones, no hay nada mejor que comenzar con la relación más importante de todas: tu relación con el Señor. Si esa relación no está en orden, entonces todas las demás estarán en desorden (Mateo 6:33). Dios mismo declaró en Su Palabra que Su deseo es tener una relación cercana con nosotros. Vemos en 1 Corintios 1:9 que ¡Él nos llamó para que tengamos una relación con Él!

Es probable que hayamos pensado que vivimos en comunión con Él; sin embargo, lo que la mayoría de nosotros tenemos en realidad es una línea para reuniones de emergencia —esperamos una crisis para correr ante Dios buscando una respuesta—. Una oración de emergencia podrá darte alivio. Sin embargo, la comunión —la intimidad de estar cerca de Él todos los días— te dará el gozo. Puedes tener una relación sin comunión, pero ésta será parecida a un matrimonio sin amor. La estructura básica está ahí, pero el corazón de esa estructura está perdido.

Nunca conocerás en realidad la voluntad de Dios y los caminos que Él tiene para ti (y no lo conocerás por quien es Él en realidad), hasta que aprendas a tener una comunión con Él. Desarrolla una buena amistad con Él. Toma la decisión de convertirte en una “persona que confiesa la Palabra”. Haz que la Palabra de Dios ocupe el primer lugar en tu vida, y que sea Él quien tenga la autoridad final. No importa lo que el mundo diga o lo que tus sentimientos te indiquen —anda con Dios y haz que tu amistad con Él sea lo más importante en tu vida—.

En cuanto te acerques a Dios, Él estará ahí para ti. Pero no esperes los momentos difíciles para acercarte a Él. Mantén una comunión con el Señor todos los días, cuando las cosas marchen bien, para que cuando los problemas se presenten, te sientas fuerte en tu espíritu para vencerlos. Dios afirmó en Salmos 91:15: «…estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré». Eso es importante, pues cuando se presenta el tiempo de la angustia, quien esté a tu lado hará una gran diferencia. Al estar conectado con Dios, puedes estar seguro de que todo saldrá bien.