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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Un banquete continuo de la PALABRA

Gloria Copeland
«Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos
para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo»
(Efesios 4:11-13).

Si queremos vivir en amor, debemos mantener nuestro espíritu fuerte, y de continuo, nutrir nuestro corazón con la PALABRA de Dios. Pues de la misma manera que nuestra fuerza natural se agota cuando nos esforzamos físicamente, también cuando nos esforzamos espiritualmente al vivir en amor (¡y sí que se toma un verdadero esfuerzo espiritual hacerlo!), nuestra fuerza espiritual se agota. Por consiguiente, debemos alimentarlo de forma continua con la PALABRA de Dios.

Por supuesto, una de las formas de hacerlo, es invirtiendo tiempo a solas leyendo la PALABRA. No tenemos que esperar que alguien más nos anime, pues podemos sumergirnos en ella sin la ayuda de nadie.

Sin embargo, también es importante para nosotros, asistir a un lugar donde podamos escuchar a alguien que ha sido llamado y ungido por Dios a enseñar y a predicar Su PALABRA. Al recibir la PALABRA de esa manera, estamos recibiendo una unción e impartición extra. Esa unción destruirá algunos de los pensamientos confusos que antes teníamos, y alineará y renovará nuestra mente. La unción que Dios le ha dado a ese ministro, añadirá algo más a nuestra vida espiritual, la cual no podíamos obtener nosotros solos.

Yo lo he experimentado. Por esa razón, voy a muchos servicios de la iglesia y a Convenciones de creyentes, y también tengo grandes cantidades de CDs y DVDs de enseñanzas en cada una de las habitaciones de mi casa. Algunas veces escucho mensajes que tienen 20 años de antigüedad. Los he escuchado muchas veces, pero cuando los escucho de nuevo, siguen teniendo la misma unción que me fortalece y que me edifica espiritualmente.

Algunas personas no lo comprenden. Piensan que deben escuchar a los ministros predicar la Palabra, a fin de obtener más conocimiento. Pero en realidad, deben escucharlos para obtener revelación. Por ejemplo, usted podría pensar que ya sabe todo acerca del amor. Sin embargo, si escucha a alguien predicar bajo la unción acerca del amor, recibirá más revelación acerca de ese tema. También recibirá más entendimiento y profundidad acerca del amor; y al salir de esa reunión (o al terminar de escuchar esa enseñanza) estará más investido de poder y mejor preparado para vivir en amor que antes.

Así como en Romanos 10:17, se nos enseña: «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». Entonces busque una buena y ungida prédica, y ¡mantenga su espíritu fuerte con un banquete continuo de la PALABRA de Dios!.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.