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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Siga el fruto

Gloria Copeland
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se
recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos»
(Mateo 7:15-18).

No fuimos llamados a juzgar ni a criticar a los líderes cristianos; sin embargo, necesitamos inspeccionar el fruto de ellos. Antes de proponernos seguir la enseñanza de alguien o imitar su estilo de vida, tenemos que examinar el fruto en la vida de esta persona. Debemos observar en ellos no sólo la popularidad, los dones espirituales espectaculares o su éxito en el ministerio; sino también la evidencia de que están viviendo conforme al fruto del espíritu —el primero y el más importante de éstos es el amor—.

No importa qué tan bueno sea alguien profetizando o realizando milagros, si no está siguiendo el camino del amor, no está siguiendo a Dios; por tanto usted no debe seguirlo. Quizá estas personas se denominen apóstoles, profetas, pastores, maestros o evangelistas. Incluso pueden tener el llamado y la capacidad para obrar en estas áreas. Pero si no viven en amor, al final, terminarán apartándose del camino.

El apóstol Pablo tenía los dones ministeriales más poderosos que la Iglesia haya visto; sin embargo, nunca expresó: “Síganme porque soy un apóstol”, tampoco manifestó: “Síganme porque tengo un ministerio mundial”. Él declaró: «Imítenme a mí, como yo imito a Cristo» (1 Corintios 11:1, NVI).

Jamás se impresionen por la posición de un líder o por el éxito que pueda tener, sin antes haber examinado el fruto de su vida. Si halla buen fruto, sígalo. Si no lo encuentra, no lo critique ni lo condene. No hable mal de ellos con las demás personas, sólo ore por ellos; y busque a alguien que sí tenga buen fruto en su vida. Busque a un líder que viva en amor y que manifieste el fruto en su vida: gozo, paz, paciencia, fe, bondad y templanza. Busque a alguien que tenga una vida —y no sólo una enseñanza— que pueda seguir.

Cuando lo haga, recuerde que también tiene la responsabilidad de guiar a otros. Aunque usted no haya sido llamado a un ministerio de tiempo completo, o a uno de los cinco ministerios en la Iglesia; fue llamado a ser un ejemplo para los creyentes jóvenes. Por tanto, sea un buen ejemplo. Déles a quienes lo rodean, o a quienes sean menos maduros en el SEÑOR, una oportunidad de examinar su fruto. Permita que encuentren en usted una vida que ellos puedan seguir —una vida llena de amor—.

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.