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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Olvide los errores del pasado

Gloria Copeland
«Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.»
(Romanos 5:5, NAS)

Espiritualmente hablando, el amor llega de manera natural a cada creyente. No importa cuán egoísta o malvada una persona pueda ser, cuando nace de nuevo, Dios mismo y Su propia naturaleza habitan en esa persona. El SEÑOR derrama de Su amor dentro del corazón humano, a través del Espíritu Santo.

Kenneth y yo hemos visto dramáticas evidencias de esa verdad. Conocemos gente que tenía un corazón tan duro antes de ser salvos que incluso pudieron haber matado sin sentir ningún remordimiento. No tenían en lo absoluto ningún cargo de consciencia. Sin embargo, después de que aceptaron a Jesús como el SEÑOR de su vida, se convirtieron en las personas más tiernas y compasivas que usted haya conocido.

Sin lugar a dudas, Dios cumple en cada uno de nosotros lo que prometió en Ezequiel 36:26: «Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne». Cuando recibimos a Jesús como nuestro SEÑOR y Salvador, Él nos quita el corazón de piedra de pecado, y nos da un nuevo corazón de amor.

Es importante que recuerde ese versículo, en especial si usted ha tropezado y caído dentro de un comportamiento que no es amoroso. Pues se sentirá tentado a olvidar lo que Dios ha hecho por usted, y a enfocarse en la caída.

Pero no lo haga. En lugar de eso, avive su fe enfocándose en la PALABRA de Dios.  Recuérdese a usted mismo que el amor es su temperamento natural, el cual recibió de forma sobre natural. En ocasiones, quizá no le parezca que sea así.  Pero, como creyente, debe andar por fe, y no por vista (2 Corintios 5:7). Por tanto, simplemente porque en la Biblia se afirma, ¡debe creer que usted nació para amar!

El amor que usted tiene no es como el que se mira en televisión o en las películas, sino es la clase de amor de Dios. Es el amor sobrenatural que se describe en 1 Corintios 13, el tipo de amor que ama sin esperar nada a cambio. No es egoísta, se sacrifica con alegría por el beneficio de la persona a quien ama.

Si usted no se ha rendido ante ese amor, arrepiéntase y reciba el perdón de Dios.  Olvide los errores del pasado, levántese en fe y confiese lo que la Biblia enseña acerca de usted.

Declare: Soy un ser de amor. Dios ha recreado mi espíritu a la imagen del amor.  Él ha enviado a Su Espíritu de amor para que viva en mí y me enseñe a amar como Él ama. ¡Puedo vivir la vida de amor!

Entonces active su fe. Diga algo amoroso, declare algo amable. Le garantizo que al hacerlo, ¡encontrará rápidamente ríos de amor divino fluyendo a través de usted!

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.