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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Es hora de tomar las cosas en serio

Kenneth Copeland
«Dios mío, ¡tú eres mi Dios! Yo te buscaré de madrugada... al pensar en ti recostado en mi lecho, al meditar en ti durante mis desvelos»
(Salmos 63:1,6)

Si has decidido vivir en salud divina, habrá ocasiones en las que tendrás que ser radical en cuanto a la Palabra de Dios se refiere. Habrá ocasiones en las que quizás te sientas tan enfermo que no será suficiente unos momentos en la Palabra y una oración rápida para recibir la sanidad.

Quiero explicarte, en términos muy prácticos, lo que yo haría en una situación como ésa.

Al despertar por la mañana, antes de hacer cualquier otra cosa, tomaría la Santa Cena del Señor, y diría: “Padre, dedico mi cuerpo todo el día de hoy al servicio de mi Señor Jesucristo. Recibo la sangre pura de Jesús derramada por mí en el Calvario”.

Luego pondría al diablo en su lugar, diciéndole: “Te reprendo, Satanás. Hoy no pondrás ninguna enfermedad ni padecimiento sobre mí. Por el poder de Jesús y mediante Su Espíritu, no haré caso de los síntomas ni de lo que mi cuerpo crea al respecto. Yo he vencido esta enfermedad porque mayor es el que está en mí que el que está en el mundo”.

Después, pasaría el resto del día agradeciendo a Dios por mi sanidad. Buscaría enseñanzas de  audio o video que llenaran mi mente y mi espíritu con la Palabra ungida de Dios, y las escucharía durante el día. En la tarde, alabaría a Dios y tomaría otra vez la Santa Cena del Señor para recordar que la Sangre de Jesús está en mis venas, y que soy parte de la familia de Dios.

Tú no tienes que esperar hasta el segundo domingo de cada mes o cuando sea que tomes la Cena del Señor. Jesús simplemente dijo: «…hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria» (1 Corintios 11:25). Si estás enfrentando un ataque serio del diablo, necesitas recordar a Jesús todo el día y toda la noche. Necesitas meditar en Jesús hasta que los pensamientos del Señor saquen de tu mente los pensamientos de esa enfermedad.

Por la noche, antes de acostarme, tomaría una vez más la Santa Cena, y alabaría hasta dormirme. Si me despertara durante la noche, tomaría mi Biblia y leería todos los pasajes de sanidad, y haría que el diablo se lamentara de haberme despertado.

Cuando el diablo lance un ataque de gravedad contra tu cuerpo, no pierdas el tiempo. Toma la Palabra en serio y ponte bajo su cuidado constante, y ella cuidará muy bien de ti.

Lectura bíblica: Hebreos 4:9-16

© 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.