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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

El milagroso reino del amor

Kenneth Copeland
«De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre»
(Juan 14:12).

Todo verdadero creyente, en algún momento de su vida, anhela vivir en el reino de lo milagroso. Ansía actuar conforme al poder sobrenatural y, de esa manera, cumplir con las palabras de Jesús: realizar las obras que Él hizo, y ¡aún mayores! Tiene ese anhelo, pues ése es el destino divino de cada hijo de Dios.

Sin embargo, el SEÑOR me indicó algo hace algunos años, a fin de que cumplamos a plenitud ese destino. Primero necesitamos tener una mayor revelación de Su amor. Él me expresó: Una revelación de Mi amor, es lo más grande que necesita recibir la Iglesia, pues Yo soy Amor. Una revelación del amor de Dios, no sólo se trata de saber quién es Dios, y qué puede hacer; también es una revelación de Dios mismo.

Por esa razón, Dios le está revelando Su amor como nunca antes a Su pueblo. El día de su venida se aproxima, y ya es tiempo de que llevemos a cabo nuestro destino. Creo con todo mi corazón que la revelación del amor de Dios en la Iglesia, marcará el comienza de la gran Resurrección.

Cuando el Espíritu del SEÑOR me habló al respecto, me dijo: Mi pueblo debe aprender a vivir en amor. Deben percatarse de que Mi amor está vivo y es poderoso, que la fe obra por el amor y que en el amor no hay tropiezo. Deben entender que pueden vivir y ser perfeccionados en el amor antes de que vengan al cielo; al comprenderlo, ese amor los protegerá. Quiero que comprendan la verdad de MI PALABRA, en la cual se afirma: Sobre todas las cosas, tengan un ferviente amor los unos con los otros.

En el griego original de 1 Pedro 4:8, dice: “Sobre todas las cosas, mantengan activo el amor los unos por los otros”. En la Biblia se nos enseña que somos bautizados con el Espíritu Santo y con fuego (Lucas 3:16). Ese fuego es el amor consumidor de Dios. Éste consumirá el pecado y la muerte, y destruirá las obras de Satanás y las extinguirá por completo.

Hoy día, un ejército de hombres y mujeres ha tomado la decisión de llevar a cabo las obras de Jesús. Se han comprometido a vivir, y a andar en el reino de lo milagroso. El amor de Dios es la clave para vivir en ese reino. Hay cosas que sólo podemos obtener cuando vivimos en amor.

En estos últimos días, como pueblo de Dios, debemos tomar nuestra posición, dedicarnos al SEÑOR y renovar nuestra mente con la PALABRA. Apartémonos de las sendas carnales del mundo, y comprometámonos a vivir de acuerdo con el amor de Dios. Pues al hacerlo, avanzaremos hacia nuestro destino eterno, a través de la revelación del amor de Dios.

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.