«Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte,
se sentó allí. Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos,
mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de
Jesús, y los sanó; de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los
mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y
glorificaban al Dios de Israel»
(Mateo 15:29-31).
Me asombra que alguien pueda pensar que nuestro maravilloso y amoroso Dios se glorifica por la enfermedad, la pobreza o por el dolor de Sus hijos. Pero algunas personas sí lo piensan. Por tanto, cuando el diablo se presenta, los ataca y les roba LA BENDICIÓN de su herencia en Jesús; en lugar de pelear contra él, sólo se agachan y dejan que él los arrolle.
Ellos expresan: “Pienso que estoy sufriendo por causa del SEÑOR. Trataré de ser dulce y agradecido por eso, y así podré mostrarle al mundo cuánto amo a Dios y cuánto lo glorifico”.
Jamás permita que ese tipo de pensamientos tomen lugar en su mente, pues no son bíblicos y difaman por completo el carácter y la naturaleza de Dios. En lugar de darlo a conocer como un Padre tierno, infinito y amoroso, que no desea hacer nada más que el bien para Sus hijos; ese tipo de teología presenta a Dios como alguien cruel, tirano y sin sentimientos que de alguna forma se complace del sufrimiento de Su propio pueblo obediente. Esas ideas no sólo entristecen Su corazón, sino también interponen una gran distancia entre Dios y el incrédulo mundo.
El mundo no se impresiona al ver cómo sufrimos. Tampoco está buscando a un Dios que los ayude a padecer sus enfermedades con gracia. No buscan a un Dios que los aflija con pobreza y dolor… y que luego los fortalezca para soportar esas circunstancias.
El mundo busca una salida ante esos males. Busca sanidad y liberación. Y con desesperación buscan una salida para vivir y ser BENDECIDOS.
Si desea glorificar a Dios, permita que Su poder para sanar, liberar y prosperar obre por completo en usted. Cuando el diablo venga a robarle la BENDICIÓN de Dios, sea agresivo para pelear en su contra en la fe y en la PALABRA. Aférrese fuerte a lo que ya le pertenece en Jesús. Resista al diablo, y él huirá de usted.
Mantenga su lugar hasta que la completa manifestación de la BENDICIÓN de Dios llegue a su vida, y su cuerpo estará sano y completo, su familia estará feliz y BENDECIDA, sus finanzas fluirán de forma abundante. Conviértase en una prueba viviente del amor de Dios para que los demás puedan conocer ese amor, y Dios pueda ser realmente glorificado a través de usted.