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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Ahuyente el temor

Kenneth Copeland
«Y cuando os acerquéis para combatir, se pondrá en pie el sacerdote y hablará al
pueblo, y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros
enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni os azoréis, ni tampoco os
desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear
por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros»
(Deuteronomio 20:2-4).

En la Biblia leemos con claridad que el perfecto amor echa fuera todo temor. Sin embargo, aun cuando usted viva en amor, el temor no se marcha fácilmente sin pelear. Así como resistimos todo lo demás que el diablo quiere obligarnos a aceptar, tenemos que resistir de forma rotunda al temor. Cuando éste asome su cabeza, debemos rechazarlo y echarlo fuera de nuestra vida.

El término griego traducido como echar fuera, conlleva la idea de un poderoso movimiento para “lanzar” o “impulsar”.12 El amor no sólo le muestra la puerta al temor, sino también lo lanza ¡tomándolo de las orejas!

¿Por qué el amor hace que tratemos al temor de esa manera? Porque el temor no respeta al Dios que amamos. El temor declara que el SEÑOR es mentiroso cuando expresa: “Él no te protegerá en esta situación. No puedes confiar en Dios porque no te cuidará”.

¿Qué haría usted si alguien entrara a su casa y le dijera esas cosas con respecto a su cónyuge? ¿Cómo respondería ante esos insultos?, ¡Usted echaría a esa persona de su casa!

Así debemos tratar al temor, echémoslo fuera de nuestra vida no hablemos más conforme a éste, ni hablemos de él como si fuera algo normal. Mejor rechacémoslo, resistámoslo con la PALABRA de Dios. Y de manera rotunda neguémonos a actuar conforme al temor.

Cuando mi nieta Lyndsey, era una niña, contrajo una meningitis mortal. Cuando mi hija, Kellie, la llevó al hospital; Lyndsey ya estaba delirando perdiendo la consciencia. El médico le dijo a Kellie que muchos niños habían muerto en ese hospital por causa de la misma enfermedad y que lo más probable era que Lyndsey también moriría. Y afirmó que si vivía, sin duda sufriría daño cerebral, perdería el oído y sufriría otros terribles percances.

Todo padre sabe qué clase de temor lo invade en momentos como ése. Y el temor viene con venganza para robar nuestra fe y nuestra victoria. Sin embargo, Kellie ama demasiado a Lyndsey como para entregársela a la enfermedad. Ella no estuvo dispuesta a titubear en la fe que necesitaba para permanecer en la PALABRA por la vida de su hija, y rechazó por completo el temor.

En vez de llorar, preocuparse y expresar: «Santo Dios, Lyndsey morirá. ¿Qué haremos?». Kellie permaneció firme en su fe, justo en medio de esa situación, y confesó: «¡NO TEMERÉ!».

Y al permanecer firme en su fe, el poder de Dios respaldó su decisión, y junto a nuestra familia y amigos, peleó la buena batalla de la fe y ganó. Como resultado, Lyndsey se encuentra viva y bien hoy día. El amor obtuvo la victoria y ¡ahuyentó al temor!

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.