Yo creo que soy sano porque en la Palabra de Dios dice que lo soy. Y de acuerdo con Éxodo 15:26: «Si escuchas con atención la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto delante de sus ojos, y prestas oído a sus mandamientos y cumples todos sus estatutos, jamás te enviaré ninguna de las enfermedades que les envié a los egipcios. Yo soy el Señor, tu sanador». Yo escucho la voz de Dios, la obedezco de inmediato y guardo Sus mandamientos. Pues ¡Él ES el Señor quien me ha sanado!