Disfruto hacer buenas obras en forma aleatoria. Cuando veo personas en necesidad, siento compasión por ellos. No soy grosero, orgulloso, egoísta ni vivo con falta de perdón. Cuando las personas me hieren, las perdono rápidamente. Vivo en unidad con los que son parte de mi familia, con mis amigos y con mis compañeros de trabajo.
Disfruto de buenas relaciones con mis semejantes gracias al amor que siento por ellos. Antepongo las necesidades ajenas a las mías. Tengo un buen corazón, y soy paciente con los demás mientras los ayudo a levantarse en tiempo de necesidad. Gracias a mi amor por las personas y al amor de Dios hacía mí, sobreabundo en la gracia de dar.
Referencias bíblicas: Juan 15:12, Mateo 6:14, 1 Corintios 13, Salmos 133:1, Romanos 12:10, Efesios 4:2, Hebreos 10:24, 1 Pedro 3:8, 2 Corintios 8:7.