¡Lee, imprime y pon en práctica las siguientes escrituras!
• Salmos 133:1: «1Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía!».
• Proverbios 17:17: «El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano».
• Eclesiastés 4:9-12: «Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. ¡Pero ay de aquel que tropieza y no hay quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, mutuamente se calientan; pero uno solo no puede calentarse. Uno solo puede ser vencido, pero dos presentan resistencia. El cordón de tres hilos no se rompe fácilmente».
• Mateo 18:18-20: «De cierto les digo que todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. Una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos».
• Juan 13:34: «Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes unos a otros».
• Romanos 12:10: «Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia hacia los demás».
• Gálatas 3:28-29: «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes son de Cristo, ciertamente son linaje de Abraham y, según la promesa, herederos».
• Gálatas 6:1-2: «Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, que son espirituales, restáurenlo con espíritu de mansedumbre. Piensa en ti mismo, no sea que también tú seas tentado. Sobrelleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo».
• Gálatas 6:10: « Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe».
• 1 Juan 1:7: «Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado».
• 1 Juan 4:7: «Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es [nace] de Dios. Todo aquel que ama [a su hermano], ha nacido de Dios y está llegando [progresivamente] a conocer y entender a Dios — percibiendo, reconociendo y obteniendo un mejor y más claro conocimiento de Él».