Recuerda siempre que el enemigo no tiene un arma u objeto más grande que nuestra fe. Dios te ha dado Su Palabra, a fin de que tengas confianza que tus oraciones serán contestadas. Cree que las cosas que has declarado y orado sucederán.
“Padre, me presento ante Ti en el Nombre de Jesús, ¡hoy escojo la vida! Caminare en fe, y no con temor. Porque el Señor está de mi lado, no temeré lo que el hombre pueda hacerme. Padre, en el Nombre de Jesús te pido que abras mis ojos para ver cualquier área de temor escondida en mi vida.
Señor, Tu Palabra dice que la fe viene por oír la Palabra de Dios, y en este día, edifico mi fe al leer Tu Palabra y actuar conforme a ésta. Padre, te agradezco por la cobertura de protección que me das en respuesta a mi fe. Gracias porque por medio de la justicia de Jesús puedo creer confiadamente en Tu paz y en Tu seguridad por mi vida y por mi hogar, pues sé Tus que ángeles siempre me protegen. ¡Hoy lo creo! En el Nombre de Jesús. Amén”.
Referencias de oración: Deuteronomio 30:19; 2 Corintios 5:7; Salmos 118:6; Romanos 10:17; Job 1:10; Isaías 32:17-18; Salmos 34:7, 91:11.