No encontramos ninguna escritura bíblica que respalde la idea de que Satanás puede leer nuestra mente. Al contrario, en 1 Corintios 2:11 dice que ningún hombre conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre; el cual está dentro de él.
Satanás sólo puede tentarte con malos pensamientos. Pero aun así, tú tienes el control. Ya que puedes resistir esos malos pensamientos, declarando la Palabra de Dios con tu boca. En Romanos 12:2, dice: «No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar…» (NTV).
No subestimes el daño que los malos pensamientos pueden causar. Pues si no resistes esos malos pensamientos, puede ser muy peligroso. Debes hacer algo respecto, ya que eventualmente entrarán en tu corazón y luego saldrán de tu boca (Proverbios 4:20-23). Jesús enseñó que no es lo que entra en la boca del hombre lo que lo contamina; sino lo que proviene del corazón, es decir, los malos pensamientos como: el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, el falso testimonio, la mentira, la calumnia, la blasfemia, palabras irrespetuosas (Mateo 15:11, 18-19).
La conclusión es la siguiente: No es el diablo quien controla el entorno donde vives, eres tú. Lo controlas por medio de las palabras que salen de la abundancia de tu corazón. En Mateo 12:37, dice que por nuestras palabras seremos justificados, y por nuestras palabras seremos condenados. Si mantienes la Palabra de Dios en tu boca y en tu corazón, eso te mantendrá libre de los malos pensamientos, y del poder del enemigo (Lucas 10:19).