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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Usted tiene un nuevo nombre

Kenneth Copeland
«Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado.»
(Proverbios 18:10)

¿Sabía que su nombre cambió? Bien, si ha nacido de nuevo, seguramente así es. Al aceptar a Jesús como el Señor de su vida, usted inició una relación de pacto con Jesús y su nombre fue cambiado.

Para comprender por completo qué significa esto, es importante saber de qué se trata un pacto de sangre. Cuando una persona establece un pacto con otra, se convierten por completo en una sola. Lo cual quiere decir: “Todo lo que tengo y todo lo que soy, ahora es tuyo”.

De hecho, cuando alguien realiza un pacto de sangre, se está entregando totalmente. Ya no es dueño de sí mismo. Sus bienes y deudas, sus fortalezas y debilidades le pertenecen para siempre a su hermano de pacto. Como evidencia de esto, al concluir la ceremonia, las familias involucradas intercambian sus nombres unos con otros.

Cuando usted aceptó a Jesús como su Señor y su Salvador, Él tomó su nombre, el cual era pecado, debilidad y cualquier otro que hubiera heredado de Adán. Su vida estaba controlada por el temor, y el infierno era su destino.

Luego usted aceptó a Jesús, quien se entregó a Sí mismo por usted, y usted se rindió a Él. Su vida se convirtió en la suya, y viceversa. Usted renunció a la paternidad de Adán, y recibió la de Dios.

Usted se convirtió en Su heredero —coheredero juntamente con Jesús—.

En Efesios 3:15, leemos que a todo el Cuerpo de Cristo le ha sido entregado un nombre por Él en los cielos y en la Tierra. Y eso ¡lo incluye a usted y a mí! Filipenses 2:9, expresa que a Él le fue dado un nombre que es sobre todo nombre.

¡A usted también le fue dado ese nombre! Por tanto, ¡la autoridad de ese nombre le pertenece!

Usted ya no se llama: desánimo. Ése no es su nombre. Usted no puede responder cuando el diablo le grite: ¡Hey, pobre hombre! Ése tampoco es su nombre. Jesús tomó todos esos nombres, los eliminó. Entonces no responda a éstos nunca más.

Cuando la pobreza lo llame, que su respuesta no sea sí. ¡Dígale no! Cuando su cuerpo se llame a sí mismo enfermo, conteste: No, ése no es mi nombre. ¡Yo soy sano! Y cuando el diablo trate de decirle que se encuentra solo y desanimado, dígale en voz alta: Eso no está estipulado en mi pacto. Soy fortalecido en el Señor.

No importa qué trate de poner el diablo en su contra, el nombre del Señor es su torre fuerte. De la misma manera en que Él se llama en Su Palabra, así se llama usted ahora. Pues tiene un nuevo nombre, y éste es sobre todo nombre.

Lectura bíblica: 2 Reyes 13-14; Colosenses 1

Acerca de:Kenneth Copeland

Kenneth Copeland

Kenneth Copeland es cofundador y presidente de los Ministerios Kenneth Copeland en Fort Worth, Texas, y autor de varios libros entre los cuales se incluyen: LA BENDICIÓN del Señor enriquece y no añade tristeza con ella, y Honor: viviendo en honestidad, verdad e integridad.
Desde 1967, Kenneth ha ministrado el evangelio de Cristo y enseñado la Palabra de Dios como maestro. Adicionalmente, ha grabado discos como cantante y recibido premios por sus álbumes: Only the Redeemed (también nominado al premio Grammy), In His Presence, He Is Jehovah, Just a Closer Walk y Big Band Gospel. Como actor en su papel de Wichita Slim, es coprotagonista de los videos infantiles: The Gunslinger, Covenant Rider, y de la película: The Treasure of Eagle Mountain. Asimismo, personificó el papel de Daniel Lyon en los videos Commander Kellie and the Superkids:™ Armor of Light, y Judgment: The Trial of Commander Kellie. También es coprotagonista en las películas The Rally (estrenada en el 2009) y The Rally 2: Rompiendo la Maldición (estrenada en el 2016), en su papel de padrino hispano.
Con la ayuda de su equipo y oficinas en los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Ucrania, Singapur, y la flamante inauguración de la oficina para Latinoamérica en Colombia, Kenneth está cumpliendo su visión de predicar con valentía la Palabra incorruptible de Dios desde la cima más alta hasta el valle más profundo, y en todos los confines de la Tierra. Su ministerio alcanza a millones de personas en el mundo por medio de programas televisivos semanales, revistas, mensajes en audio y video, convenciones y campañas, y a través de la red mundial internet.