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Devocional: Crezcamos de Fe en Fe

Permita que Dios ame a otros a través de usted

Gloria Copeland
«Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.»
(Lucas 6:35)

Así como el día es tan diferente a la noche, el amor de Dios que fluye del corazón de un creyente es tan distinto al amor humano. El amor humano cambia, ya que se puede convertir en odio cuando las circunstancias no son las correctas. El amor humano, en un momento puede comportarse de forma tierna y cariñosa, y en otro con un ataque de celos, y aún así se sigue llamando “amor” todo el tiempo.

Esta clase de amor es limitado comparado al amor de Dios. Pues depende de caprichos y sentimientos.  Éste declara: “Si eres bueno conmigo y me das lo que yo quiero, te amaré. Pero si no lo haces, no te amaré”.

El amor de Dios no se comporta de esa manera. Es constante e incondicional. El ingrediente principal del amor de Dios es sacrificarse a uno mismo por el beneficio de la persona amada. Es el tipo de amor que continuará amando a las personas, aunque no reciba nada a cambio. El amor Divino no busca nada para sí mismo, sino se entrega a sí mismo.

Dios no solamente ama al amoroso, también ama al que no lo es. No importa qué tan mala, grosera o indiferente sea esta persona, si se rinde ante Dios él la limpiará y la perdonará. Permitirá que esa persona haga suyos los beneficios del sacrificio de Su Hijo, Jesús; a fin de que pueda obtener una nueva vida en Él.

Ésa es la forma en que Dios nos ama, y es la misma manera en que Dios quiere que nos amemos unos a otros.  Eso significa que cuando alguien nos maltrate, no nos enojaremos, no nos irritaremos ni nos resentiremos. Al contrario, los trataremos amablemente, oraremos por ese alguien y no pensaremos en el mal que nos haya ocasionado.

Andar en amor significa hacer a un lado nuestros derechos, y procurar los derechos de las otras personas. Por ejemplo, cuando estemos cansados y bajo presión, debemos hacer a un lado el derecho de manifestarles a las personas nuestra condición al hablarles bruscamente y contarles que hemos pasado un día tan duro. Pues nosotros debemos poner a un lado nuestros sentimientos, y comportarnos de manera amable y gentil con quienes nos rodean. 

Usted podría decir: “Parece algo muy difícil, no creo que pueda llevarlo a cabo”.

No confié en sí mismo. ¡Confíe en que Dios lo hará a través suyo! Declare: ¡SEÑOR, no puedo amar de esta forma con mis propias fuerzas, pero confió en Ti hoy. Mientras doy pasos de fe al hablar y actuar en amor, estaré a la expectativa de que Tu amor en mi resplandezca!

¡Sólo confíe en el SEÑOR, y quedará asombrado de cuánto Él puede amar a otros a través de usted!

Acerca de:Gloria Copeland

Gloria Copeland

Gloria Copeland es una autora destacada y ministra del evangelio, cuya misión de enseñanza es conocida a nivel mundial. Los creyentes de todas partes del planeta la conocen por medio de distintas Conferencias de Creyentes y Campañas de Victoria, artículos de revistas, discos compactos y videos de enseñanzas, y a través del programa televisivo La Voz de Victoria del Creyente. Ella es anfitriona del programa junto a su esposo Kenneth Copeland. Gloria es conocida también por La Escuela de Sanidad, la cual inició en 1979 en las reuniones de KCM, enseñando así la Palabra de Dios a millones de personas y compartiendo las claves de una vida
cristiana victoriosa.
Gloria Copeland ha escrito muchos libros, entre los cuales se encuentran: La voluntad de Dios para usted, La voluntad de Dios es la prosperidad, Walk With God, Hidden Treasures y To Know Him. Ella y su esposo han sido coautores de diversos materiales entre los que figuran: Healing Promises, En búsqueda de Su presencia, Promesas para la familia, y el devocional diario best seller Crezcamos de fe en fe: Una guía diaria para la victoria.
Gloria tiene un doctorado honorífico de la universidad Oral Roberts. En 1994 recibió la distinción de Mujer cristiana del año, un reconocimiento que se otorga a mujeres cuyo ejemplo de liderazgo cristiano es excepcional.  También es cofundadora y vicepresidenta de los Ministerios Kenneth Copeland de
Fort Worth, Texas.