fbpx

Pregunta del día

diciembre 02

¿Se enseña en el Nuevo Testamento más de un bautismo?

Existen múltiples bautismos registrados en el Nuevo Testamento. Existe el bautismo en el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13), el bautismo en agua (Hechos 1:5, 10:44-48, 19:2-6) y el bautismo en el Espíritu Santo (Hechos 2:4).

El bautismo en el Cuerpo de Cristo, era lo que el apóstol Pedro enseñaba cuando terminaba su mensaje acerca de la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesús en Hechos 2. Él declaraba: «Arrepiéntanse, y bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo» (versículo 38). Cuando una persona acepta a Jesús como su Señor y Salvador, es bautizado por el Espíritu Santo en el Cuerpo de Cristo.

El bautismo en agua data de los primeros creyentes en el Cuerpo de Cristo. Ser sumergido y sacado de las aguas es un evento que transforma la vida, el cual ya ocurrió en la vida del creyente. Pero si antes no has aceptado a Jesús como tú Señor, y no crees que Dios lo levantó de los muertos, el bautismo en agua no tendría ningún propósito. El bautismo en agua no es el bautismo que salva. Aquello que nos limpia del pecado no es el agua, sino la preciosa sangre de Jesús derramada en la Cruz (Lee Efesios 1:7; Hebreos 9:22; Apocalipsis 1:5).

El bautismo que te brinda poder para ministrar, es el bautismo en el Espíritu Santo. Éste es el bautismo que Jesús prometió antes de Su muerte: «Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre» (Juan 14:16). Ése es el bautismo que vino sobre los discípulos el Día de Pentecostés, cuando: «Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu los llevaba a expresarse» (Hechos 2:4).

Cada bautismo que se menciona en el Nuevo Testamento está disponible para ti hoy, a fin de traerte al Cuerpo de Cristo, y dar testimonio a otros creyentes y al mundo de tu nueva naturaleza. Para finalmente darte poder; a fin de que llevas el mensaje del amor de Dios al mundo.