Simboliza muerte, sepultura, y resurrección.

Las aguas del bautismo, simbólicamente representan un cementerio. La palabra bautizo se deriva del verbo griego baptidzo, que significa: “sumergir”. La inmersión es una imagen de sepultura.

El bautismo en agua simboliza la muerte, sepultura, y resurrección de Jesucristo; así como también, la manera en que el creyente se identifica con Él, a través de los siguientes eventos:
«Porque por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos unido a Cristo en su muerte, así también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado» (Romanos 6:4-6).

Cuando una persona está siendo bautizada, ese acto representa que aunque Jesús no conoció pecado, Él tomó el castigo en Su propio cuerpo y murió en lugar del creyente. Jesús resucitó de la muerte de la misma forma que el creyente recibe su vida nueva —por medio del poder del Espíritu Santo—. Ahora, él es una nueva persona, quien resucitó para vivir una vida que vence al pecado por medio del poder del Espíritu (Romanos 6:10).

Si ya recibiste tu salvación, pero aún no has sido bautizado, te animamos a que tomes la decisión de llevar a cabo este poderoso testimonio de fe. Y al testificar externamente que te identificas con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, esa representación, también será un recordatorio del gran significado de lo que pasó en tu vida, y te fortalecerá en tu vida cristiana.