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Pregunta del día

enero 25

¿Jugar lotería es una forma de apostar?

Antes de que hablemos de la lotería, aclaremos algo acerca de las apuestas. De manera específica, apostar va en contra de la naturaleza de Dios y de las leyes de la prosperidad.

En una situación de apuestas alguien tiene que perder. De hecho, casi en todos los casos, la apuesta depende de que la mayoría de personas pierda y que sólo unas pocas ganen. Ésta perpetra la falsa idea de que otros tienen que perder, o quedar en escasez para que alguien más gane y tenga en abundancia.

Apostar es totalmente lo opuesto al plan de Dios. En el principio de sembrar y cosechar de Dios, ¡todos ganan! Y el deseo de Dios es que todos sean ganadores. El Señor no sólo desea que cada uno de nosotros sea un ganador, también ha provisto un plan para que lo seamos. En Lucas 6:38, dice: «Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos».

Dios en realidad desea bendecir a todos, pero a través de Su palabra y de la ley espiritual. Él creó este planeta con más que suficiente para que cada uno viva de manera próspera. Aunque la humanidad se ha encargado de interrumpir el plan de Dios por medio del pecado y la avaricia, cualquiera que esté dispuesto a seguir los principios de Dios puede volver a activar el verdadero plan en su vida.

El hermano Copeland no cree que la lotería sea una forma de apostar. En cambio, él piensa que es otra forma de pagar impuestos al gobierno. Por tanto, si las personas invierten su dinero para apoyar al gobierno, está bien que lo hagan.

Esa afirmación no asegura que el hermano Copeland apoye que se juegue lotería. Pues no es algo que Dios haya establecido como parte de un buen gobierno, ni es parte de Su plan para la prosperidad personal. Jugar lotería es un intento del mundo para enriquecer, y no es la mejor forma de invertir el dinero.

No hay nada que arriesgar cuando enriqueces a la manera de Dios, como se revela en Su Palabra; a través de la siembra y la cosecha. Sólo mediante el plan de Dios existe una forma ¡para que todos ganen siempre!