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Pregunta del día

febrero 23

¿Hablar en lenguas es una manifestación del diablo?

¡No! Cuando tú le pides al Padre celestial por una de Sus promesas, jamás recibirás algo que provenga del diablo.

Jesús declaró en Lucas 11:10-13: «Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, en lugar del pescado le da una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le da un escorpión? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!».

El apóstol Pabló dijo: «Porque, si yo oro en una lengua extraña, es mi espíritu el que ora…» (1 Corintios 14:14). En este versículo vemos que el “yo” que realizaba la oración, era Pablo. Él hablaba en una lengua desconocida, mientras que su espíritu oraba.

No nos sorprende que Satanás intente infundir temor y confusión al pedir este don. En primero lugar, de acuerdo con 1 Corintios 14:2, sabemos que cuando oramos en el espíritu no le hablamos a las personas, sino a Dios de manera directa. Nuestro espíritu humano tiene una comunicación directa con Dios evitando nuestra mente humana. La mente de una persona es el campo de batalla de Satanás (2 Corintios 10:4-5). Cada vez que un creyente deja de orar en el espíritu por la mentira de que “hablar en lenguas es del diablo”, se le impide profundizar en las cosas de Dios. Satanás teme de que tú tengas una íntima relación con el Padre celestial; por tanto, realizará su mejor esfuerzo para detener tu oración en lenguas. Jamás permitas que las tácticas de Satanás te priven de ¡tu momento a solas con Dios!

Confiadamente ve ante el Padre celestial con tu deseo de descubrir lo profundo de las cosas de Dios por medio del bautismo en el Espíritu y hablar otras lenguas. El poder que vence al diablo y que destruye el reino de las tinieblas será tuyo, a medida que vivas en los tesoros de Su sabiduría.